Reiteró que no hubo dilación alguna en el secuestro de la hoy aspirante a la Presidencia.

En medio del revuelo que generó la presunta intervención de Piedad Córdoba para retrasar la liberación de Íngrid Betancourt y otros secuestrados, la candidata al Senado por el Pacto Histórico abrió un nuevo capítulo en esta historia al hablar de una supuesta amistad que habrían sostenido Íngrid y un exjefe paramilitar.

En entrevista con Caracol Radio, Córdoba afirmó que en su momento no le dio importancia, pero que cuando estuvo secuestrada, Carlos Castaño le contó que Íngrid era su amiga, y que, supuestamente, incluso alcanzó a ser su asesora política.

Carlos Castaño fue el jefe máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia, organización paramilitar que se alió con varios carteles y grupos criminales para combatir a las entonces Farc y al ELN.

“Íngrid me produce dolor, mucho dolor. Ella es como la Selección Colombia, aparece cada 4 años y no clasifica. No salgo del asombro de lo que dicen de mí sobre los secuestrados. Ninguno de ellos me agradeció, ni siquiera me envió una tarjeta de navidad después de todo lo que hice”, dijo Córdoba en la entrevista.

La declaración se dio este miércoles, a las mismas horas en las que la candidata a la Presidencia estaba declarando dentro de un proceso por Farcpolítica que se le sigue a Córdoba en la Corte Suprema.

Por tal motivo, desde el equipo de trabajo de Íngrid le manifestaron a este diario que ella no se enteró de lo dicho por Córdoba, y que por ahora no puede pronunciarse, pues se encuentra en una reunión que tenía pendiente tras terminar su intervención ante la magistrada Cristina Lombana, quien lleva el caso de Córdoba.

Rechazo a demoras

Además de ese supuesto nexo con el exparamilitar, la aspirante al Congreso aprovechó para referirse a las labores que ella adelantó a favor de varios secuestrados, las cuales la llevaron a intervenir en variso países. De hecho, manifestó que “el trabajo que hice, con cariño por Íngrid, escasamente lo harían la mamá y la hermana”.

Ese secuestro precisamente fue lo que destapó este huracán, pues sobre él, Andrés Vásquez, exasesor de Córdoba, detalló en la Corte que estuvo pasado por unas presuntas dilataciones gestionadas por su exjefa, las cuales tendrían un interés político de por medio.

Esa versión, aunque reposa en el despacho de Lombana, fue negada rotundamente por Córdoba, quien en la mañana de este miércoles rechazó en ocho puntos ese señalamiento. Según ella, este es uno de los tantos montajes judiciales en los que ha sido víctima desde hace años, los cuales coinciden con sus aspiraciones políticas.

Fue así como manifestó que tiene correos que demuestran chantajes que habría tenido Vásquez para con sus hijos, a quienes les habría exigido plata a cambio de no revelar ciertos temas, los cuales Córdoba dice desconocer.

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