Colombia vivió en las últimas horas las dos facetas de una sociedad dividida en torno a un Gobierno al que la calle le gritó ayer que no estaba de acuerdo con una de las más sensibles reformas al sistema de salud. Fueron dos marchas convocadas, una por el gobierno para apoyar sus políticas sociales y la otra por la oposición en rechazo de la administración de Gustavo Petro, y lo cierto es que las dos se cumplieron en normalidad, aunque dejaron varios aspectos para analizar de lo podrá hacia el futuro. 

Aunque ambos sectores se declararon triunfadores, lo cierto es que ni en la marcha del martes, ni la de hoy se evidenció que salieran a caminar y protestar los miles de colombianos que acompañaron en su momento las marchas contra la Farc y reclamaban la paz.

También se evidenció que la calle será el instrumento político que tendrán gobierno y oposición para buscar el apoyo de la ciudadanía. En el caso de Petro, es el espacio en donde mejor se siente al hacer la política, buena parte de su campaña el año pasado cuando llenaba plazas de ciudades con miles de miles de personas, incluso muchas más de las que llegaron a la Plaza de Armas de la Casa de Nariño el martes.

Al respecto, el ministro del Interior, Alfonso Prada, señaló que “en la medida que tengamos la madurez para hacer movilizaciones pacíficas, reflexivas y de aporte, me parece que este es un instrumento que va a acompañar este estilo de gobierno del presidente Gustavo Petro, que es un estilo demócrata, incluyente y deliberativo”.

Esos hechos de intolerancia de los que habló Prada se evidenciaron en Medellín, en donde sectores de la derecha tuvieron una confrontación verbal con un sector político de la izquierda que promovía con una figura de la paloma de la paz, la necesidad de hablar entre todos los sectores.

La oposición igualmente refrendó con sus manifestación de hoy que para salir a las calles debe lograr dos situaciones para que las marchas sean medianamente exitosas, por un lado que hay organización y participación de varios sectores, y por otro lado que la imagen del presidente de la República siga cayendo con lo cual el descontento de los colombianos aumentará y permitirá que salgan cada vez más a las calles a reclamarle.

El mensaje del presidente Petro el martes en su discurso del balcón igualmente evidenció que busca lograr imponer sus reformas, especialmente las sociales, con el apoyo de los colombianos en las calles para presionar el cambio en el Congreso de la República, en donde al parecer Petro podría ir perdiendo apoyo o al menos no le aprobarían las reformas tal y como lo ha expuesto él y sus diferentes ministros.

LA OPOSICIÓN GANÓ  LA CALLE EN BOGOTÁ 

Desde tempranas horas de la mañana, antes de las 9:00 a.m., los vendedores de banderas, cornetas y pitos comenzaron a llegar a las inmediaciones del Parque Nacional para vender la mercancía que les había quedado de las marchas del día anterior en apoyo al presidente Gustavo Petro.

Algunos de los opositores al Gobierno compraron las mismas banderas de Colombia y otros símbolos que habían sido utilizados para defender las causas contrarias. Los comerciantes que obtienen beneficios de manera indiscriminada, sin importar la situación, afirmaron no tener preferencias políticas. Otros, con desinterés, expresaron que el motivo de la manifestación no les importaba, siempre y cuando pudieran completar sus ventas del día.

Cuando un grupo considerable de personas se reunió, hubo algunos problemas de falta coordinación. Mientras algunos gritaban «Vamos a la Plaza de Bolívar», otros, confundidos, se preguntaban si el punto final de la marcha sería el Monumento de los Héroes Caídos, en la calle 26.

Superada la indecisión, todos marcharon hacia la Plaza entre arengas desconocidas, en una caminata fluida y a veces silenciosa en donde eventualmente algunos grupos gritaban en unísono «Petro, bandido, el pueblo está ofendido». Otros, conformados por personas mayores que llevaron camisetas blancas, gritaban «¡Y no! ¡Y no me da la gana una dictadura como la cubana!».

Una vez que la multitud llegó a la Plaza de Bolívar, ante la falta de oradores, rápidamente comenzó a dispersarse. Los grupos ‘Provida’ aprovecharon para tomarse los micrófonos, mientras que los manifestantes que permanecieron hasta el final se congregaron alrededor de unos pocos megáfonos que apenas se escuchaban entre los gritos y el sonido de algunas cornetas. Finalmente, a las 2:00 p.m., la movilización llegó prácticamente a su fin.

REACCIÓN EN BARRANQUILLA 

 “No más Petro, que se vaya de Colombia”, “no más Petro, no más de este desgobierno “, fueron algunas de las consignas que expresaron este miércoles 15 de febrero los manifestantes que participaron en el plantón que se llevó a cabo en la Plaza de La Paz, en Barranquilla.

A las 10:00 de la mañana comenzaron las arengas en contra del Gobierno del presidente Gustavo Petro, principalmente contra las reformas a la salud, pensional y tributaria.

Carlos Meisel, parlamentario del Atlántico por el Centro Democrático, dijo que “los que marcharon ayer salieron a apoyar una reforma a la salud que no conocían, nosotros sí; y por eso nuestra oposición a una reforma que va a perjudicar al pueblo colombiano tiene mayor fundamento. Por eso debemos impedir que sea aprobada en el Congreso”.

Criticó a los partidos Políticos, como el Conservador, porque están apoyando al Gobierno por dádivas. “Algunos se venden, pero los atlanticenses pueden estar seguros de que en el Congreso tendrán a una persona que no se va a vender, que luchará por los intereses de todos los colombianos”.

Otras personas que intervinieron sostuvieron que con la nueva reforma a la salud “tendremos a 20.000 médicos cubanos recetando en nuestras calles, en nuestras casas. No queremos que nuestro país se llene de cubanos atendiendo y manejando nuestra salud. Las EPS no deben ser acabadas, porque si hace eso, se derrumba nuestro sistema de salud”.

“No más sobornos en el Congreso. Colombia está ante una amenaza comunista disfrazada de progresismo, disfrazada de paz”, también manifestó otros de los que tomó el micrófono para expresar su opinión ante los demás.

El plantón terminó de forma pacífica pasadas las 12:00 del mediodía de este miércoles.

COLPRENSA

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