Las ciudades de Montería y Sincelejo siguen sufriendo por la escasez de la varilla, elemento fundamental para que el sector de la construcción, especialmente el de vivienda, mantenga el ritmo de reactivación de la economía.

Ante la delicada situación que amenaza a 3.900 empleos en ambas regiones, Camacol le pidió al Gobierno desmontar el arancel del 10 % a dos subpartidas de aceros para concreto, argumentando alza de precios y desabastecimiento por caída en importaciones.

Solo entre Montería y Sincelejo hay 600 viviendas en construcción paradas, y 1.500 pre-vendidas que no han podido despegar, recordó la presidenta de Camacol para estas ciudades, Elsa Baloco.

Camacol justifica la solicitud de desmontar aranceles en dos factores: dice que hay un desabastecimiento de hierros y aceros que limita el inicio, la ejecución y el normal desarrollo de las obras. Además, alerta que en el último año los constructores han sufrido por un encarecimiento de doble dígito de estos insumos, que pone en riesgo la viabilidad de los proyectos de edificaciones.

Por su parte, el Comité Colombiano de Productores de Acero advierte que desmontar los aranceles inundará el mercado interno y golpeará fuertemente la industria nacional, pues le abriría la puerta a jugadores como China y Turquía, que han sido denunciados internacionalmente por prácticas de competencia desleal.

Por su parte, La ANDI por su parte advierte que hay una distorsión de las cifras y asegura que la industria nacional es capaz satisfacer la demanda del sector.

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