El nuevo chantaje que corre por las redes sociales y amenaza con arruinar reputaciones y vidas de personas incautas atemorizadas, es hacer circular una fotografía señalándolos de ser pedófilos y haciendo montaje con sus imágenes tomadas de sus cuentas personales de Instagram y Facebook.
En Montería, ya se conocieron los primeros casos. Uno de ellos advertido ante las autoridades locales para iniciar la investigación correspondiente.
Jeison, nombre ficticio para ocultar la identidad del chantajeado, dijo que repentinamente recibió mensajes de texto a su Whatsapp, donde le advertían con una foto suya que iba a ser ‘boletado’ en redes como un pedófilo, pero que podían cambiar su suerte, si pagaba 220 mil pesos.
Luego recibe llamadas de una persona con acento fuera de la región y se presenta como el gerente de una página de servicios sexuales y que está sirviendo de intermediario para que la “chica” que supuestamente la víctima solicitó el servicio no haga pública su fotografía con ese mensaje difamador, pero debe cancelar el dinero.
Jeison, pide evidencias de un hecho que dice desconocer, a lo cual el interlocutor asegura que es mejor pagar y evitar se escándalo en redes.
El temor de quien está siendo llamado insistentemente lo llevó a poner en conocimiento a las autoridades locales para que inicien la investigación, aún asumiendo el riesgo de ser difamado en redes sociales.
La Policía asegura que esta modalidad de estafa digital se ha conocido en diversas partes del mundo y en Colombia también. Por eso pidieron a las personas que están siendo objeto de ello, que denuncien como lo hizo Jeison, para afianzar la investigación.
En el caso denunciado en Montería, se trabaja en el perfilamiento del o los responsables de la estafa.
En el caso de Jeison, es un joven estudiante universitario, sin empleo y que atemorizado prefirió acudir a las autoridades.
Por ello las autoridades pidieron mesura a la hora de compartir fotos señalando personas sin saber su procedencia, porque estarían haciéndole el favor a delincuentes de acabar con la honra de ciudadanos que no acceden a sus pretensiones.