Investigadores científicos de la Universidad de Córdoba descubrieron sustancias o moléculas en organismos marinos capturados en la Bahía de Cispatá, San Antero, para beneficio de la salud humana.

Se trata de un trabajo de bioprospección que tiene como objetivo buscar en las plantas y organismos marinos sustancias que puedan ser empleadas en beneficio del hombre, explicó el docente Gilmar Santafé Patiño, doctor y magíster en Ciencias Químicas, líder del Grupo de Investigación para esa área de la Universidad de Córdoba.

El investigador indicó que, en un pepino de mar del ecosistema marino de Cispatá se hallaron moléculas que mostraron tener actividad antifúngica, es decir contra hongos terrestres, entendido este hallazgo como potencialidades que presentan esos organismos marinos.

Por otro lado, en una esponja de esa misma bahía, llamada “Esponja Tetilla Rodriguezia”, que fue sometida a un proceso de aislamiento de compuestos se hallaron actividades bactericidas.

“Es decir, que podrían llegar a tener una función importante porque son capaces de matar bacterias. Este trabajo requiere de un equipo interdisciplinario, los que recogen las muestras, los que las traemos al laboratorio, los que trabajan la parte química y de taxonomía y quienes tienen enfoques académicos para realizar pruebas de actividad biológica, hasta encontrar una utilizad en las moléculas”, sostiene el profesor Santafé.

A estos descubrimientos se suma el que también realizaron los científicos de la universidad en la Bahía de Santa Marta, a partir de una esponja del género Polymastia, que demostró tener actividad antitumoral, es decir, actúa contra líneas celulares cancerosas, que incluso, despertó el interés de una empresa farmacéutica multinacional española.

“Estos resultados están en el repositorio institucional y en las memorias de congresos nacionales y de otros países donde hemos participado, como México, España, Estados Unidos y Chile”, precisa el profesor Gilmar Santafé Patiño.

Los investigadores unicordobeses actualmente trabajan en un proyecto de investigación adicional, que busca establecer la capacidad de organismos marinos para controlar hongos en cultivos frutales.

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