Luego de que el gobierno firmara con el Ejército de Liberación Nacional, Eln, el pacto para un cese al fuego bilateral que arranca en agosto, crecen los cuestionamientos a la paz total por negociar con grupos ilegales sin tener normas claras para hacerlo.
En tal sentido piden al alto comisionado de paz, Danilo Rueda, precisar lo más rápido quiénes serán los negociadores, el alcance de las conversaciones y el tiempo en qué se dará a las negociaciones con los jefes de los grupos ilegales que operan en Medellín y en el Valle del Aburrá.
En tal sentido lo pidió, el precandidato a la gobernación de Antioquia, Eugenio Prieto, cuestionó sí realmente existe un compromiso de lleno de partir de esos ilegales.
Prieto hace parte del grupo de precandidatos de la coalición de derecha, considera que “mientras la gente y sus familias tienen miedo, la apuesta del gobierno ha sido lenta y confusa. La paz total pasó a ser la del miedo total”.
Para el precandidato, “los colombianos no podemos asistir pasivos y silenciosos a una gran operación de lavado de activos ni a una legalización a gran escala de fortunas criminales sin que exista un exigente proceso de sometimiento, con verdad, justicia y reparación”.
Recordó que “esta historia ya la hemos vivido en otros procesos. Algunos integrantes de estas estructuras ilegales ya han participado en otros procesos donde han sido expertos en hacerle “conejo” y “trampas” a la ley: dialogan y alargan el proceso, mientras se fortalecen y continúan delinquiendo; o si se someten, no entregan nada a cambio o muy pocas cosas”.
Finalmente dice que “si ellos (los delincuentes), no están dispuestos verdaderamente a colaborar con la justicia, entregar sus rentas ilegales, armas, rutas, desmantelar sus estructuras y dejar el control territorial que han tenido por décadas, lo único en lo que terminaremos es en un gobierno que por ingenuidad (o complicidad), termine empoderándolos aun más”.