Por Carlos Ordosgoitia Sanin
Alcalde de Montería

Sin duda alguna, el planeta está atravesando por un periodo caracterizado por la demanda masiva y sostenible de recursos que preserven el ecosistema. Hoy más que nunca la humanidad, como un imperativo categórico, tiene que tomar conciencia de la importancia de preservar el medio ambiente. La contaminación del agua, el suelo y la atmósfera, así como la pérdida del habitat de innumerables especies, penden como una espada de Damocles sobre el futuro de la vida en el planeta.

Desde el Gobierno de la Gente hemos establecido un conjunto de estrategias y lineamentos encaminados a la planeación, protección, control y regulación del uso de los recursos naturales, para prevenir y solucionar las necesidades y problemáticas medioambientales, mejorando de esta manera la calidad de vida de nuestra ciudadanía.

Las cifras sobre contaminación a nivel global desde hace años han ido encendiendo las alarmas. Según el más reciente informe de Global Carbon Project, las emisiones de CO2 en 2022 fueron de 40.600 millones de toneladas. De seguir avanzando de esa manera, según nos advierte el Panel Intergubernamental de expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la temperatura podría aumentar hasta 1,5 grados centígrados, entre los años 2030 y 2052.

La calidad del aire no es la mejor. Según la ONU, el 99% de la población mundial respira aire contaminado, principal riesgo ambiental para la salud pública. Situación a la que se le debe agregar que, según el informe “Planeta Vivo 2022”, del World Wildlife Fund (WWF), las poblaciones de vida silvestre como mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios se han disminuido un 69%, desde 1970; los cuerpos de agua dulce se han reducido en un 83%, desde esa misma fecha, y los océanos están siendo afectados con 11 millones de toneladas de residuos plásticos que ingresan anualmente al mar.

Nuestro país no escapa a estas alarmantes cifras, la WWF indica que en los últimos 21 años la desforestación afectó más de 3 millones de hectáreas, la mitad de estas en la selva amazónica. Es imperativo que implementemos acciones.

Montería ha sido bendecida con una biodiversidad rica en especies de flora y fauna, las aguas del río Sinú y una tierra fértil y bondadosa, razón por la que en nuestra administración le hemos apostado a un desarrollo sostenible, en el cual el medio ambiente es parte fundamental. Trabajo que ha sido exaltado a nivel nacional, con el reconocimiento como la primera biodiverciudad del país y, a nivel internacional, con las medallas de adaptación y mitigación de la crisis climática, distinciones otorgadas por el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM).

La esencia del Gobierno de la Gente es la participación de la ciudadanía, y estamos plenamente convencidos de que el desarrollo y el progreso que estamos consolidando en el municipio se debe a que hemos tomado atenta nota de lo que requieren en los barrios y corregimientos.

La ciudad tiene que evolucionar en temas de cultura ciudadana. Necesitamos fortalecer la conciencia colectiva, a través de actividades que estimulen la participación genuina de la gente. En ese sentido, además de todo lo relacionado con la reactivación económica, decidimos adelantar una Gran Jornada Ambiental por el cuidado del planeta, sin la necesidad de prohibir la movilidad para los vehículos y motocicletas, y apelando a la voluntad en vez de la restricción.

En esa jornada del pasado jueves se incentivó el uso de transportes alternativos y sostenibles, y llegamos a las nueve comunas de la ciudad con actividades de limpieza de parques, espacios públicos y canales; entrega de semillas y siembra de árboles; ferias ambientales y charlas y capacitaciones ecológicas a estudiantes. Esta iniciativa nos demostró que un gran número de monterianos están sintonizados y tienen la plena convicción que el cuidado del ambiente es responsabilidad de todos.

Flaco favor le hacemos al planeta tan solo decretando dos días al año de restricción de automotores. Por el contrario, necesitamos incentivar el reciclaje, el cuidado del agua y todo lo que sea para beneficio de nuestros entornos naturales, mediante más jornadas ecológicas durante el año. Así lograremos un verdadero impacto positivo en el cuidado del planeta, tesoro que tenemos que conservar, porque sin agua, sin aire y sin las bondades de la tierra no podemos existir.

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