Dos jóvenes, Luis Javier López Romero y Jorge Enrique Gómez Portillo, ambos de 22 años y oriundos de Montería, fueron encontrados muertos en un saco en el barrio Me Quejo en Barranquilla. Los cuerpos presentaban signos de tortura y habían sido estrangulados con un cable.

Según familiares y allegados, López Romero llevaba aproximadamente seis meses en Barranquilla y trabajaba en albañilería. Por su parte, Gómez Portillo cuidaba una finca en Córdoba y había llegado a Barranquilla hacía aproximadamente 8 días.

La Policía y el CTI de la Fiscalía están investigando el caso, incluyendo las fotos de los jóvenes que circulan en redes sociales. Se presume que los jóvenes fueron torturados en una vivienda antes de ser asesinados y abandonados en el arroyo.

Las familias de las víctimas exigen justicia y esperan que se esclarezcan los hechos. La Policía continúa trabajando para determinar los motivos del crimen y la persona responsable de difundir las fotos de las víctimas antes de su muerte.

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