En la reunión en la que se busca destrabar el bloqueo al relleno sanitario de Montería, el gobierno local reveló que el botadero a cielo abierto que tiene bajo su responsabilidad, no es el que está arrojando lixiviados por fuera del área de operación.

El informe fue presentado por el secretario de Infraestructura, Germán Quintero, al indicar que después de haberse revisado los vasos que están alrededor del botadero, se logra determinar que no emana residuos contaminados.

Ante esa afirmación, la comunidad de Loma Grande se pregunta ¿entonces de dónde salen los lixiviados que han venido denunciando con pruebas la CVS?

La Alcaldía no acusa a la empresa Urbaser, pero dejó en el ambiente que si no es el botadero a cielo abierto, ya clausurado, el que no está arrojando lixiviados y tiene como vecino el relleno sanitario, la comunidad concluye que es entonces desde este último de donde salen las corrientes de estos ácidos.

Entretanto, la comunidad mantiene firme su postura de exigir el cierre definitivo del relleno sanitario que opera en esta zona, al considerar las afectaciones que han sufrido. Entre ellas, destacan los malos olores y la proliferación de vectores causantes de diferentes enfermedades.

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