Luis Felipe Vertel Urango es el nombre de un campesino cordobés que fue condenado injustamente por el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Antioquia a 40 años de prision por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir y hurto calificado y agravado, relacionado con el exterminio de una familia a manos de un grupo paramilitar en el que están involucrados Salvatore Mancuso y los hermanos Carlos y Fidel Castaño, hecho ocurrido en 1994.

En abril 2009, doce años después del crimen, un fallo que la Sala Penal del Tribunal Superior de Antioquia declaró penalmente responsable al jornalero de los hechos, quien en 2015 empezó a pagar la condena, sin embargo y gracias a un recurso de revisión la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó la libertad inmediata de Vertel Urango, quien había cumplido injustamente seis años de prisión.

La Corte Suprema recaudó material probatorio suficiente que evidenció que el involucrado en el crimen no había sido el campesino, sino un paramilitar con su mismo nombre: Luis Bertel Durango, alias El Compadre.

Esto fue posible gracias a los testimonios recopilados de Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias “Monoleche”, Virginia Padilla Guerra, familiar de las víctimas del delito, y Alfredo Argumedo González, quien conoce al condenado desde la infancia.

Vertel Urango es un campesino y jornalero que toda su vida ha derivado su sustento de esa labor, principalmente, en el municipio de Valencia, sur de Córdoba, indicó su defensa.

Hoy, en libertad, Luis Vertel agradece haber salido de prisión con vida y salud para volver a su hogar, donde lo esperan esposa e hijos, quienes por una mala decisión de la justicia tuvieron ausente a su padre por seis años.

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