Así lo confirmaron desde las filas del Pacto Histórico. De acuerdo con la explicación entregada, al texto que se terminó hundiendo en la legislatura pasada se le harán algunos ajustes.

Este viernes se desarrolló una reunión de la bancada del Pacto Histórico para hablar de las reformas del gobierno de Gustavo Petro y la estrategia legislativa que van a poner en marcha a partir del próximo 20 de julio, cuando arrancará otro año legislativo.

Según explicó el representante David Racero, saliente presidente de la Cámara, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, les anunció desde ya que la reforma laboral –que se terminó hundiendo en la pasada legislatura–, no será radicada el mismo 20 de julio, sino que habrá que hacerle unos ajustes.

“Nos informa la ministra que va a esperar un par de semanas adicionales con unos ajustes que se están haciendo, no partiendo de cero (…) Vemos en buena hora ese anuncio y esperar un poco más. Afinar de tal manera que cuando se radique, las condiciones estén mejores de cara a la discusión y a la aprobación”, explicó Racero.

De acuerdo con el representante, se tomarán insumos de la reforma que se hundió el pasado 20 de junio: “Por más que algunos pretendan que esto es borrón y cuenta nueva, no. Durante el semestre pasado hubo grandes avances en la construcción de las ponencias retroalimentado con los congresistas, así que se parte hasta de donde alcanzamos a construir. Hay unos ajustes que hay que hacer”, agregó.

Por otro lado, Racero sostuvo que hasta agosto se tiene previsto que sea radicada la reforma a los servicios públicos. Frente a la reforma a la educación que anunció esta semana el Gobierno, el representante declaró que pidió a la ministra de Educación, Aurora Vergara, que le dé una espera a la iniciativa y no la radique el mismo 20 de julio, mientras se realiza un estudio más profundo.

El pasado 20 de junio, la reforma laboral se terminó hundiendo, pues no hubo quórum en la sesión de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes donde debía darse el trámite del primer debate.

En su momento, el presidente Gustavo Petro lamentó que no se le haya dado el trámite legislativo necesario: “El hundimiento de la reforma laboral es muy grave. Demuestra que la voluntad de paz y de pacto social no existe en el poder económico. Dueños del capital y de los medios lograron cooptar el Congreso en contra de la dignidad del pueblo trabajador”.

El mandatario agregó en su cuenta de Twitter que los dueños del capital “creen que las ganancias salen de la esclavitud, las largas jornadas y la completa inestabilidad laboral. El gobierno del cambio no abandonará los intereses de la trabajadora y el trabajador”.

La reforma laboral había sido fuertemente criticada por los gremios, los centros de pensamiento y hasta el mismo Banco de la República, que estableció que podría darse una pérdida de 450.000 empleos formales. La principal crítica tiene que ver con que la reforma no hace nada para promover el empleo formal y en cambio encarece mucho el empleo que ya existe.

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