A raíz del crecimiento de rebrotes de la enfermedad de la COVID-19 en el mundo, especialmente en Europa, los países vuelven a adoptar fuertes medidas de contención.

La pandemia del coronavirus será “más dura en octubre y noviembre”, meses durante los cuales se incrementará la mortalidad, advirtió ayer el director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Va a ser más duro. En octubre, en noviembre, se verá una mortalidad más elevada”, anunció el médico belga Hans Kluge, en momentos en que Europa registra un gran aumento de los contagios aunque la mortalidad se mantiene por el momento estable.

El alza de la mortalidad cotidiana será la consecuencia del rebrote de la epidemia en Europa, indicó la OMS.

En la actualidad, Europa registra un gran aumento de los contagios, sobre todo, en España y Francia, aunque la mortalidad se mantiene por el momento estable.

Los casos de coronavirus se multiplicaron durante las últimas semanas en España, hasta superar los 560.000, con un incremento de hospitalizaciones, y la sanidad española se afana para frenar esta segunda ola, con la atención primaria como barrera fundamental para evitar la temida saturación de los hospitales.

Pese al aumento de casos, el Ministerio de Sanidad afirma que hay una ralentización de positivos en COVID-19 y la letalidad es muy baja, al contrario de lo que pasó al principio de la pandemia.

“Creo que hay razones suficientes para pensar que lo que se vivió en marzo no se va a volver a vivir”, dijo el doctor Antonio Román, director asistencial del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, quien calificó la situación de entonces como “histórica”.

Como ejemplo, en ese hospital, referente en Cataluña y uno de los más importantes de España, de las 1.100 camas del centro, 700 estuvieron ocupadas por pacientes COVID en marzo pasado, mientras que a principios de septiembre había una cuarentena de pacientes con la enfermedad y una veintena en cuidados intensivos (UCI).

Bélgica, a su turno, registró 636 nuevos casos de coronavirus diarios de media en la semana entre el 3 y el 9 de septiembre, un aumento del 38 % frente a los siete días precedentes que uno de los expertos que asesoran al Gobierno sobre la pandemia, el virólogo Steven van Gucht, ha considerado “inquietante”.

“Una aceleración de las cifras no es una buena señal. Debería estabilizarse. Esta aceleración es inquietante”, dijo Van Gucht en declaraciones recogidas por la agencia Belga.

El Instituto de Salud Pública belga Sciensano detectó una tasa de reproducción, que calcula el ritmo de contagio de contagio del virus, de 1,36 para el período del 6 al 12 de septiembre, frente al 1,27 del sábado pasado.

El pasado viernes, los países europeos registraron 51.000 nuevos casos, una cifra superior a la alcanzada durante los picos del mes de abril, según los datos de la organización.

Kluge, por otra parte, señaló que el trabajo de la Organización Mundial de la Salud en Europa se ha guiado por tres aspectos: ofrecer a cada uno los 53 países de la región la ayuda específica solicitada, aglutinar energías y aprender las lecciones de la pandemia, “no para el futuro, sino para el presente”.

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