Eso es lo que dice el primer informe de los investigadores, que señalan que los uniformados habían intentado multar al hombre, días atrás de su muerte.
Las investigaciones, que recogieron la declaración de varios testigos, según Noticias Caracol, indican que semanas atrás de que Ordóñez fuera reducido por policías con choques eléctricos, los uniformados lo iban a multar porque estaba tomando licor en una tienda cercana al conjunto residencial de Villa Luz, occidente de Bogotá, donde vivía el abogado.
Ordóñez apeló a sus conocimientos jurídicos, indica el noticiero, y les reprochó a los uniformados que la sanción que le querían imponer era “injustificada”.
De acuerdo con Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol que habló en Blu Radio, un investigador del caso aseguró que los policías y el abogado la “tenían cazada”. Incluso, dijo Vargas, habría otro episodio en el que los agentes que utilizaron el ‘taser’ y Ordóñez se fueron a los golpes.
Eso concuerda con la declaración de uno de los amigos de la víctima, que aseguró que cuando los uniformados vieron al abogado en la calle, le dijeron: “Esta vez no se me salva”, y confirmó que los policías “ya lo habían encontrado varias veces tomando en la calle”.
El abogado que representará a la familia de la víctima por este caso detalló en la radio que los policías vieron a Ordóñez en la tienda —cuando salió a comprar más trago— y “desde allá lo empezaron a perseguir”.
A la entrada del conjunto residencial, dijo el jurista en la frecuencia radial, fue que los agentes le descargaron el ‘taser’, como se aprecia en un video viral.
Los agentes se llevaron a Ordóñez al CAI de Villa Luz, que este jueves fue destruido por manifestantes que rechazaron la muerte del hombre de 46 años, y ahí, de acuerdo con las investigaciones citadas por los medios, lo siguieron golpeando.
De hecho, la Fiscalía tiene videos que demostrarían que a Ordóñez lo mataron a golpes.
Las versiones de los familiares también señalan que cuando al abogado lo trasladaron del CAI a un centro médico, después de desmayarse, él “ya iba muerto”.
Los excesos de la Policía en este caso hicieron que cientos de personas en Bogotá, y en otras ciudades del país, se convocaran para manifestar, aunque las protestas terminaron en disturbios.