En declaraciones al diario The Washington Post, Jacob Blake padre del afroamericano baleado en Kenosha, afirmó que la familia no tiene ningún interés de conversar con el presidente Donald Trump.

Las autoridades de Estados Unidos están investigando la muerte a manos de la policía de otra persona negra, en este caso en un barrio humilde de Los Ángeles, que falleció el pasado lunes después de recibir un disparo mortal por parte de uno de los agentes.

Así lo informó ayer el teniente del sheriff del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD siglas en inglés) Brandon Dean, que no reveló la identidad del fallecido, en declaraciones al diario local Los Ángeles Times.

De acuerdo al informe policial, el hombre fue detenido por circular en bicicleta en violación del código de circulación y luego recibió un disparo mortal cuando dejó caer un paquete de varios artículos, incluyendo un arma.

Dean explicó que los encargados de la investigación todavía no han entrevistado a los dos agentes implicados, pero aclaró que el hombre dejó caer su bicicleta, empezó a correr y luego le dio un puñetazo en la cara a uno de ellos.

Acto seguido, una bolsa del hombre, que contenía un arma, cayó al suelo.

Estaba en posesión de un arma de fuego y agredió a un oficial”, justificó Dean.

Tras el incidente, un centenar de personas se congregaron delante de la estación local del alguacil convocadas por la organización “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”) a través de sus redes sociales.

El incidente en Los Ángeles llega en medio de las violentas protestas raciales en Kenosha (Wisconsin), lugar en el que otro hombre negro, Jacob Blake, quedó paralizado después de que la Policía le disparara siete veces por la espalda hace casi una semana.

Publicado por Agencia Efe

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