Las personas que se ubican en los asientos al lado de la ventanilla en el centro de la cabina económica de los aviones tienen mayor riesgo de contraer el virus, concluyó un estudio realizado en Australia.
Un pasajero de avión debe volar durante 54 horas junto a un enfermo de COVID-19 para contagiarse, según un estudio del Departamento de Defensa de Estados Unidos recogido por la Asociación de Líneas Aéreas de España (ALA), que toma estudios de los fabricantes Boeing, Airbus y Embraer.
La Asociación de Líneas Aéreas de España, que acoge cerca de 80 aerolíneas que operan en España, ha analizado diferentes estudios para concluir que el riesgo de contagio del coronavirus en un avión es mínimo y pide la realización de test a los pasajeros, a la ida y a la vuelta, para suavizar las restricciones en los viajes y recuperar la conectividad y la confianza.
El estudio del Departamento de Defensa estadounidense está basado en los resultados de 300 pruebas realizadas en tierra y aire durante seis meses, para analizar la capacidad de transmisión del virus simulando un pasajero contagiado por la COVID-19, y concluye que el riesgo de contagio de coronavirus a bordo del avión es de 0,0003%.
Airbus comparó la propagación de las gotas expulsadas al toser en una cabina de un A320 y las producidas en otro entorno donde varios individuos mantienen una distancia de 1,8 metros, como una oficina, y el resultado es que hubo menor exposición al contagio en el avión.
Por su lado, Boeing rastreó el movimiento de las partículas en la cabina al toser y al respirar bajo diferentes escenarios (con y sin mascarilla, en distintas ubicaciones y con variaciones en la salida de aire frío), lo que le llevó a concluir que sentarse juntos en un avión equivale a estar a más de 2 metros de distancia en un edificio típico.
Embraer analizó el ambiente considerando un pasajero sentado en diferentes asientos y con diferentes condiciones de flujo de aire en distintos modelos de avión y su resultado fue que el riesgo de contagio a bordo es extremadamente bajo.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aérea, Iata, desde principios de 2020 han viajado 1.200 millones de pasajeros y se han registrado 44 casos de COVID-19 asociados a un viaje en avión.
Estas cifras sitúan la probabilidad de contagio a bordo en 1 por cada 27 millones de pasajeros, lo que significa que hay el doble de probabilidad de acertar la lotería “Primitiva” (1 entre 13,9 millones) que de contagiarse de este virus en un avión).