Se prevé que unas 600 familias, conformadas por 1.200 personas, lleguen a la plaza Santiago Canabal.

Tal y como lo habían advertido, los habitantes de la vereda Bocas del Manso, víctimas del atropello armado por parte de uniformados del Ejército, comenzaron ya a desplazarse al casco urbano del municipio de Tierralta, Córdoba, tras el incumplimiento de las ayudas prometidas por el Gobierno Nacional.

La llegada de las personas comenzó a concretarse desde la noche del domingo, 24 de septiembre. Fuentes consultadas en la zona aseguran que aunque la cantidad de personas todavía no es impactante, se comienza a notar la plaza Santiago Canabal con hamacas, toldillos y carpas en señal de estadía.

En una primera alerta los líderes comunales de la vereda habían indicado que de no tener respuestas por parte de los niveles de gobierno serían unas 1.200 personas las que se desplazarían al referido punto.

La advertencia también fue hecha por el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, quien pidió al Gobierno Nacional, municipal y departamental, centrar las miradas en estas poblaciones, donde la violación a los Derechos Humanos (DD.HH.) es una constante.

No solamente se movilizarán los habitantes de El Manso, también irán los pobladores de zonas aledañas como Crucito, Boca de Cruz Grande, San Pablo, Gilgal, Tucú, Ballenas, Sancón, Gloria 1, Gloria 2, Llanos Grande y Palestina, las cuales están asentadas en Bocas del Manso, quienes están en alerta tras la violencia que hubo en el territorio, el pasado 11 de septiembre.

Hasta el momento, las autoridades no se han pronunciado sobre este desplazamiento que ya comienza a tomar fuerza y que, según el defensor Camargo, podría darse una crisis humanitaria. Pidió al alcalde de Tierralta, Daniel Montero, a estar preparado ante la posible movilización.

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