De acuerdo con un estudio publicado por The British Medical Journal, el 5% de las personas que contrajeron el virus COVID-19, podrían sufrir varios efectos secundarios como cambio en los sentidos del olfato y el gusto.

Según la investigación, este tipo de reacciones son frecuentes en enfermos adultos, especialmente mujeres. En este sentido, se estima que con más 550 millones de casos positivos alrededor del mundo, serían cerca de 15 y 12 millones de adultos los que experimentarían deficiencias olfativas y gustativas a largo plazo.

En cifras, el estudio establece que el 5,6% de los pacientes afirmaron persistencia en la pérdida del olfato, mientras que el 4,4% aseguró tener problemas para recuperar el gusto.

En cuanto a los índices de recuperación, se estableció que estos aumentaron con el paso de los meses, pues llegaron a ser de un 96% para el olfato y del 98% para el gusto, en un período de seis meses.

Para los desarrolladores del estudio, aunque la mayoría de los pacientes recupere el gusto y el olfato durante los tres meses posteriores de haber contagiados, «un grupo importante” podría desarrollar una “disfunción duradera que requiere una identificación oportuna, un tratamiento personalizado y un seguimiento a largo plazo».

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