La conferencia episcopal dio a conocer algunos cambios que tendrá este año el miércoles de ceniza, para contribuir a evitar la propagación del COVID-19.

La pandemia del COVID-19 cambiará la forma como se realizará mañana la conmemoración del miércoles de ceniza, con la cual comienza la época de la cuaresma

El más importante consiste en que la ceniza, que tradicionalmente se impone con una cruz en la frente, este año, para evitar riesgos de contagio, se hará echando un poco sobre la cabeza.

Pero también, teniendo en cuenta que no todos los fieles podrán asistir presencialmente a las iglesias, el episcopado los ha invitado a que sigan la celebración a través de medios virtuales.

El año pasado, como consecuencia del COVID-19, las iglesias permanecieron varios meses cerradas, hasta que se aprobaron protocolos de seguridad para permitir su funcionamiento, manteniendo distanciamiento social.

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