Desde tempranas horas de este viernes, 9 de septiembres, los taxistas que prestan servicios de manera legal en Montería salieron a alzar la voz en contra de las aplicaciones digitales ilegales, donde ofrecen servicio de transporte fuera de la ley, afectando así sus plazas laborales.

Con pancartas pegadas en sus vehículos, los miembros de la denominada industria amarilla le exigieron a la administración municipal que tome cartas en el asunto o se verán obligados a realizar protestas más recurrentes y con medidas mucho más drásticas.

Juan Manuel Ballesta Cansino, presidente del Sindicato Mesa Nacional de Taxista, seccional Montería, indicó que el único punto que piden a los entes competentes abordar es el de la ilegalidad con la prestación del servicio que hacen vehículos particulares.

“Este tema se ha desbordado y por consiguiente la comida de los 1.507 taxistas en Montería se está desapareciendo de los platos”, manifestó el vocero gremial, quien lideró la movilización que salió de la calle 42 con carrera segunda y tuvo como punto final el aeropuerto Los Garzones.

Ballesta Cansino le pidió al alcalde de Montería, Carlos Ordosgoitia, que se ponga al frente de la situación y no haga caso omiso a los juramentos que hizo por cumplir las leyes cuando tomó las riendas de la administración municipal.

El líder sindical acotó que unas 37 mil motocicletas trabajando de manera ilegal serían las causantes de agudizar la “piratería” en el sector transporte, por lo cual sus ingresos se han visto afectados, esto sin calcular los vehículos particulares que prestan el servicio de transporte público.

“El transporte legalmente constituido no puede soportar ya esa carga de informalidad e ilegalidad porque sencillamente nos están llevando al punto de que estamos en quiebra y empobrecimiento total”, sostuvo.

En cuanto al tema de las aplicaciones digitales ilegales, el manifestante acotó que es la traducción simplemente de una competencia desleal que los afecta directamente porque, a su juicio, no existe Policía de Transito que controle la situación.

“Lamentablemente la autoridad está brillando por su ausencia en los últimos tiempos. Hay toda una reglamentación para que se hagan los controles con todas las herramientas que tienen, pero lamentablemente seguimos en omisión directa. No sabemos si esto obedece a la subordinación directa o si ya perdieron la autonomía para hacer cumplir la ley”, puntualizó Ballesta.

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