En la apuesta por cazar las obras abandonadas catalogadas como “elefantes blancos”, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, reconoce que el principal objetivo es terminar la obra de la Clínica Materno Infantil y dotarla.

Esta obra que inició en el Gobierno de Marta Sáenz Correa y pasó por los mandatos de Alejandro Lyons, Edwin Besaile y Sandra Devia, está cerca de cumplir 10 años de ejecución y no han podido terminarla.

Se han expuesto todo tipo de inconvenientes jurídicos, financieros, contractuales, administrativos, para justificar su demora, y en medio de serias dudas de la transparencia en la utilización de los dineros allí proyectados, Benítez guarda la esperanza de concluirlo en su gobierno.

Para ello, aseguró que se ordenó un diagnóstico, jurídico, financiero y técnico del proyecto, y con el acompañamiento de los órganos de control, encontrar una solución a la terminación de la obra.

La idea, según el gobernador es que pase de ser un problema a una solución de necesidades en la región.

Allí se han invertido más de 20 mil millones de pesos. Cuando se presentaron los diseños en 2011 se hablaba de una inversión estimada de 15 mil millones de pesos, pero aparecieron las famosas adiciones y al paso que vamos, terminará costando el doble de lo presupuestado.

En los diseños quedó establecido que el lugar, ubicado en predios del hospital San Jerónimo, contaría con 60 camas, sala de urgencias, unidad pediátrica y materna, unidad de cuidados intensivos de alto riesgo obstétrico y otra pediátrica.

El mandatario espera tener listo el diagnóstico lo más pronto posible para poder explicar públicamente el estado de la obra, inversión a la fecha, la estimada para finalizarla, de dónde salen los recursos, qué pasará con el contratista y lo más importante cuando la terminan.

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