Las disidencias denominadas EMC- FARC- EP, aseguraron que el levantamiento del cese bilateral del fuego y la reactivación de operaciones ofensivas, especialmente en los departamentos de Putumayo, Guaviare, Meta y Caquetá, tras el asesinato de los cuatro indígenas menores de edad, desatará más asesinatos y hostilidades en los territorios.

«El rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total… el rompimiento al cese al fuego se origina cuando se está destapando la política de Estado de crear el paramilitarismo como quinta columna del régimen burgués, como son las declaraciones de Salvatore Mancuso, y que haya silencio en casos puntuales en acciones como la emboscada en Arauca, donde hay claras evidencias que no la hicimos nosotros, sino el ELN», se lee en un comunicado enviado por el grupo ilegal.

Las EMC- FARC-EP, afirman que «han demostrado voluntad de paz desde el 22 de septiembre de 2022, cuando se anunció el cese de acciones ofensivas contra las fuerzas militares con el fin de crear un ambiente propicio para una eventual mesa de diálogo». Sin embargo, culpan al gobierno, de no actuar bajo esas directrices y mantener un acuerdo incoherente.

Del mismo modo, el grupo armado ilegal aseguró que el presidente Petro continúa con el ideal de incluir a Estados Unidos en temas que son propios de Colombia.

Finalmente, las disidencias de ‘Iván Mordisco’ aseguraron que los hechos de los que se les acusa, como la masacre de los cuatro niños en el Putumayo, «nunca fueron verificados e insistimos que en Caquetá, Meta y Guaviare no ha habido combates de ningún tipo, extorsiones o ajusticiamientos».

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