El informe final de la Comisión de la Verdad sobre el conflicto armado en Colombia tiene un capítulo especial para la intervención armada de los paramilitares en la Universidad de Córdoba.

Lo identifican como el centro de pensamiento que fue cooptado por el ejército de las extintas Autodefensas que secuestraron, asesinaron e intimidaron a profesores, estudiantes, directores y consejeros del templo académico.

Fue ese claustro universitario convertido en una sede administrativa y burocrática de las Autodefensas, porque lograron, bajo intimidación, colocar rectores, establecer consejeros, ordenar cambio de estatutos, apoderarse de la contratación y señalar quien vivía y quién no. Muchos de ellos fueron solo por señalamiento de otros y sin prueba les asesinaron.

Así está documentado en revelaciones hechas por jefes paramilitares como Salvatore Mancuso, cuando frente a familiares víctimas de profesores asesinados confesó que algunos fueron por “equivocación”.

Esa realidad fue asomada la mañana de este viernes, 22 de julio, por Martha Ruiz, comisionada de de la verdad, quien ofreció detalles del tan esperado informe que reveló lo que ha sido un secreto a voces, pero que a hora sale de una vocería oficial.

En su declaración mencionó a la Unicórdoba como un símbolo de los fue el control parapolítico, donde participaron muchos que ahora dicen estar arrepentidos y otros no tanto.

“Hay unos conscientes de que llegó la hora de la verdad y han comenzado a contar. Hay unos terceros que deben seguir compareciendo ante la JEP y rendirle cuenta a la sociedad de Córdoba sobre los beneficios que obtuvieron con la guerra”, manifestó, al mismo tiempo que acotó que mientras unos de desplazaron y lo perdieron todo, otros se enriquecieron.

De manera tajante afirmó que pudieron comprobar como el Estado protegió a unos pocos, mientras desprotegió a las mayorías.

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