En un comunicado, Iván Márquez, Jesús Santrich y otros cabecillas de las extintas Farc, pidieron al presidente Iván Duque dejar la Casa de Nariño.

En el texto, firmado por Márquez, Santrich, Edinson Romaña, Óscar Montero, Aldinerez Morantes y Walder Mendoza, Farc ep, segunda Marquetalia, aseguran que Duque y Álvaro Uribe Vélez acabaron la paz como estrategia.

“Este cuatrienio de Duque a nombre de Uribe, es una maldición que está dañando nuestro futuro de la manera más irracional y absurda. Cuando nos ilusionamos con la posibilidad de inaugurar una nueva era de paz, el gobierno Duque-Uribe convirtió la destrucción del más hermoso sueño de los colombianos en el principal objetivo de su estrategia. Un par de locos sueltos actuando contra el sentido común, que ya no solamente están incendiando al país, sino que buscan también, bajo el apremio de Washington, incendiar el vecindario”, dice el comunicado.

Expresaron además que Iván Duque fue elegido presidente “gracias al dinero proveniente del tráfico de cocaína recolectado por el mafioso y lavador de activos «El Ñeñe Hernández», amigo de Uribe y amigo de Duque, de generales antinarcóticos y de otros que ponían a su disposición aviones de la fuerza aérea para sus desplazamientos seguros”.

Los miembros de la extinta guerrilla de las Farc, que ahora están prófugos de la justicia aseguraron que tanto Duque como Uribe “persiguen con saña al campesino cocalero y pobre, pero al mismo tiempo se abrazan con el capo, cantan y bailan con él y lo invitan al Palacio. El actual gobierno tiene el alma contagiada de narcotráfico, de fraude electoral y compra de votos, y sus manos manchadas de sangre”.

Duque debe irse, explicaron, porque es un mandatario ilegítimo, “porque le quedó grande el más elevado cargo de la nación, porque quiere generalizar el caos destruyendo el equilibrio de poderes al incurrir en desacato y cuestionamiento público a decisiones de la Corte Suprema de Justicia, porque quiere borrar a plomo las movilizaciones sociales que hoy estremecen al país, y porque Colombia no quiere la dictadura”.

De Uribe escribieron que es el responsable de la guerra que se vive en el país y lo acusaron de utilizar el narcotráfico para logar mantenerse en el poder.

“Esta guerra que vivimos es una guerra impuesta por mentes criminales que creen que, desviando la atención de la gente hacia sus horrores, podrán hundir definitivamente en el foso de la impunidad y el olvido, la responsabilidad que le cabe a Álvaro Uribe Vélez, por décadas de violencia paramilitar desde el Estado, y eclipsar simultáneamente la verdad de sus alianzas con el narcotráfico. Narcotráfico y paramilitarismo para llegar al gobierno, para obstruir la justicia, para robar el erario, darle rienda suelta a la corrupción, al despojo violento de tierras, y a la desfachatez de gobernar sólo en beneficio de los poderosos. Uribe debe tener encendidas en el altar de su corazón velas de agradecimiento a Pablo Escobar, a los Ochoa Vásquez y al Chapo Guzmán… y al gobierno de los Estados Unidos que lo protege”, dice el comunicado.

Colombia, cuentan en el documento, no quiere un gobierno facho, “sino verdaderamente democrático, incluyente, del pueblo y para el pueblo; un nuevo gobierno de coalición democrática, que garantice la paz completa sin traiciones, la titulación de tierras a los campesinos, la reforma política, y una cancillería de paz y hermandad con América Latina y el Caribe; un gobierno de manos limpias que empiece a extirpar el cáncer de la corrupción, que escuche a los estudiantes, a las mujeres, a los indígenas, a los negros, a la población LGTBI y demás sectores discriminados, que le devuelva la salud al pueblo y que implemente medidas de choque social orientadas a liberar a la gente de la pobreza”.

Fuente: Vanguardia.com

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