Los 10 patrulleros que fueron detenidos por su relación con el triple crimen en Sucre no aceptaron los cargos de tortura, homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y destrucción de material probatorio.

Durante el miércoles 31 de agosto se conoció que, dentro de las investigaciones correspondientes al crimen de tres jóvenes en el corregimiento Chochó, Sucre, que fueron presentados posteriormente como integrantes del Clan del Golfo, fueron enviados a la cárcel los 10 patrulleros capturados y que estuvieron involucrados en estos ‘falsos positivos’.

La decisión fue tomada por una jueza con función de control de garantías de Sincelejo,  misma que le imputó a los acusados los delitos de homicidio agravado, destrucción de elementos probatorios, privación ilegal de la libertad y tortura a los patrulleros que, en primera instancia,  no aceptaron dichos cargos.

Al respecto, cabe mencionar que dentro de los involucrados solo falta por capturar el teniente coronel Benjamín Núñez, excomandante operativo de Seguridad Ciudadana de la Policía en Sucre y sobre quien actualmente hay una circular roja de Interpol.

En total, fueron 11 los uniformados con orden de captura por la muerte de Carlos Ibáñez, Jesús David Díaz y José Carlos Arévalo Contreras el pasado 25 de julio, cuando presenciaban una carrera de motocicletas y de repente fueron abordados por efectivos de la Policía. De acuerdo con el testimonio de la hermana de Jesús David, vio la forma en que varios patrulleros le pegaban patadas a su familiar y a los otros dos jóvenes en el operativo que surgió como respuesta al crimen de otro uniformado en el municipio Sampués.

Sumado a eso, varios patrulleros dieron a conocer en una declaración posterior que el coronel Núñez tuvo una alta incidencia en los homicidios.

En el testimonio conocido el pasado 14 de agosto por Vorágine, los patrulleros comparecientes no solo coincidieron en que Núñez — ahora prófugo de la justicia y con circular roja de Interpol fue quien les disparó a los civiles, sino también en la participación de Camila Buriticá Valencia —patrullera capturada y encarcelada también este miércoles— en el hecho siendo copiloto del vehículo.

“Yo ayudo a cargar a uno de ellos —los jóvenes—, a la camioneta; y a los demás los fueron subiendo… los íbamos a trasladar hacia una clínica para que les prestaran los primeros auxilios. Posterior a eso, cuando ya vamos en camino, porque la camioneta salió a alta velocidad y con la sirena puesta, iban dos patrulleros, mi coronel J3, el conductor y mi teniente Camila que iba adelante”, indicó el uniformado compareciente.

Vale indicar que el pasado 26 de agosto tres días después de la audiencia de legalización de captura, la Procuraduría había manifestado su apremio a la hora de pedir prisión para los patrulleros. A través de un pronunciamiento en Twitter, el Ministerio Público enfatizó que la Policía Nacional debe velar por los derechos de las personas, no maltratarlas, razón por la que esos uniformados pusieron en tela de juicio a la institución.

Además, sigue cuestionando la posibilidad que los asesinados hayan sido torturados previamente, sumado a que al parecer alteraron la escena para ocultar evidencias.Procuraduría sobre el caso SucreProcuraduría sobre el caso Sucre

En la audiencia de imputación, los acusados no aceptaron los cargos leídos por la jueza 01 penal municipal de Sincelejo; por otra parte, la Fiscalía apuntó en su testimonio que “Las víctimas fueron objeto de agresiones y padecimientos por heridas con elementos contundentes y arma blanca por parte de policías adscritos a la dirección de Infancia y Adolescencia del Departamento”, y pese a que los jóvenes no opusieron resistencia, los policías fueron sometidos y golpeados en el piso.

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