Desde Montería, la Unidad de Restitución de Tierras y cooperantes internacionales acordaron fortalecer estrategias de intervención en territorios donde las comunidades campesinas han sido reparadas con la devolución de predios despojados por la violencia.
En presencia de beneficiarios de restitución de tierras de cinco regiones del país, el director general de la Unidad, Giovani Yule, destacó la importancia de la cooperación internacional para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria.
El acuerdo lo respaldan el Programa Mundial de Alimentos, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Fondo Multidonante para el Sostenimiento de la Paz, para unificar esfuerzos y recursos con los que harán intervenciones en los municipios de Tierralta y Valencia en Córdoba, El Carmen de Bolívar (Montes de María); Alto Patía – Cauca y Cajibío (Cauca); Los Andes y Policarpa (Nariño).
En total, la iniciativa ha beneficiado directamente a 717 personas, de las cuales 367 son mujeres e indirectamente se han favorecido 2.785 personas, de las que hacen parte 1.426 mujeres.
En Córdoba, las poblaciones restituidas seleccionadas fueron las de la parcelación El Tesoro de Tierralta y Villanueva de Valencia, donde se han beneficiado directamente 72 personas, de éstas, 48 son mujeres. Se estima que de manera indirecta se están favoreciendo alrededor de 1.000 habitantes de estas zonas del sur del departamento.
Entre los componentes y acciones principales implementadas se encuentran Medios de Vida y Tejido Social, con los que se han realizado fortalecimientos a las líneas agropecuarias generadoras de ingresos y la seguridad con actividades como la entrega de insumos y material vegetal, así como también ejercicios de gestión del conocimiento en aforo, carga animal, rotación de praderas y capacidad de carga ganadera.
En las acciones de construcción de tejido social se han llevado a cabo iniciativas como la creación de escuela de fútbol con reglamento, dotación y equipo líder, espacios de réplica, creación de la estrategia comunitaria para incentivar la lectura y la integración para la paz, formación en comunicación no violenta y asertiva, desarrollo de espacios para el autocuidado, la convivencia y la prevención de violencias basadas en género, entre otras actividades.