La Corporación de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) aclaró que en ningún momento la comunidad de Cristo Rey, en Puerto Escondido, ha intentado acceder a la carne de la ballena que murió al encallar para su consumo.

Por el contrario, los habitantes del sector han colaborado con sus capacidades en la extracción del enorme animal, siendo apoyo para el equipo de la CVS que se trasladó hasta el lugar, la Dimar, la Capitanía del Puerto y las autoridades locales.

“Bajo ninguna circunstancia, desmentimos categóricamente esa información. La comunidad, los pescadores, solo han colaborado con la situación. Es falso que ellos hayan hecho cortes del animal para alimentarse”, aclaró Alberto Arrieta, subdirector ambiental de la CVS.

Precisó que los cortes que se le han realizado a la ballena de más de 17 metros de longitud han sido atendiendo el procedimiento para la disposición de sus despojos mortales.

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