Una mujer llamada Julia Wendell y radicada en Polonia, hizo una serie de publicaciones desde su cuenta de Instagram, @iammadeleinemcann, en las que afirma que es Madeleine McCann, la pequeña que desapareció de su cama, la noche del 3 de mayo de 2007, en un apartamento en el que se encontraba con sus padres, mientras disfrutaban de unas lindas vacaciones en Portugal.

Según The Mirror, la joven comenzó a sospechar que la de Madeleine podría ser su propia identidad luego de una conversación que le escuchó a su abuela. Además, afirma tener una peca en una de sus piernas y un punto en uno de sus ojos, que son dos de los rasgos más significativos de la entonces niña.

Algo que no encaja en la historia es que Maddie, como se le conoce a nivel mundial, de estar viva hoy tendría 19 años, ya que nació el 12 de mayo de 2003, en Leicester, Inglaterra, mientras que Wendell tiene 21, lo cual justifica diciendo que su edad “podría estar equivocada”.

Sin embargo, y más allá de todas las teorías que se han tejido entorno a este caso en el que para las autoridades la niña fue secuestrada y asesinada por el depredador sexual Christian Brueckner, pese a que nunca se halló un cuerpo que corroborara la información, en esta oportunidad Wendell está haciendo un llamado ante las autoridades mundiales para que la “ayuden” a realizarse una prueba de ADN con sus supuestos padres: Kate y Gerry McCann.

Según el mismo portal, Wendell contó que ha vivido una vida muy dura y ha sufrido muchos traumas, pues “mi abusador era también sospechoso en la investigación de Madeleine McCann”, refiriéndose a Christian Brueckner. “No había oído hablar de este caso hasta que comencé a hacer preguntas a mis padres sobre mi infancia, ya que tengo poco o ningún recuerdo de ella. Los recuerdos son muy borrosos y cuando he tenido conversaciones con mis padres, las cosas no parecen cuadrar y siempre intentan cambiar de tema”, apuntó.

Y continuó: “He pedido fotos de cuando mi madre estaba embarazada de mí, otros registros médicos y cualquier foto de mi infancia y ella nunca los muestra, solo dice que estoy loca. Mi maestro de escuela cuando era muy joven dijo que no estaba allí desde el principio, pero mis padres insisten en que sí. Después de toda esta confusión, comencé a hacer mi propia investigación, descubrí lo que le había sucedido a Madeleine McCann y comencé a reconstruir las similitudes que compartíamos”.

El mundo entero se queda a la espera de los resultados de la prueba de ADN, si es que se llega a hacerse.

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