La Cámara de Representantes le dio luz verde al proyecto de ley de «paz total», y de esa manera se autoriza al presidente Gustavo Petro para abrir las vías de negociación y sometimiento judicial para grupos armados ilegales que delinquen en Colombia, incluyendo las disidencias.

La legislación, hasta el momento, solo le permitía retomar los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya que los protocolos de negociación ya estaban firmados por el gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), por lo que el proyecto de ley aprobado este miércoles era una de las prioridades del Congreso controlado por el oficialismo.

El proyecto recibió 125 votos a favor y 13, con lo cual esta iniciativa pasará al trámite de conciliación con el texto aprobado por el Senado y, posteriormente, a sanción presidencial.

Para el ministro del Interior, Alfonso Prada, esta aprobación es una «profundización de la democracia, de la solidaridad, de la inclusión, pero sobre todo el inicio para pasar definitivamente del baño de sangre en que todavía estamos sumidos».

En la conciliación se tendrán que resolver los desacuerdos que han tenido ambas cámaras por el artículo que se refería al «servicio social para la paz», una alternativa que propuso el gobierno al servicio militar obligatorio, que fue aprobado en la Cámara pero desechada por el Senado.

La «paz total» fue «avalada por todas las bancadas, incluyendo muchas de las proposiciones y artículos que se eliminaron por solicitud de la oposición, es decir que esto prueba que la paz es una política de Estado que cuenta con el aval del Congreso», aseguró tras la votación Alirio Uribe, representante del Pacto Histórico, la coalición de gobierno.

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