Aunque los amargos momentos y el dolor siguen marcando sus vidas, el deseo por salir adelante mantiene la mirada puesta en el desarrollo a cientos de familias que luego de varios años volvieron a sus territorios, al corregimiento Nueva Esperanza, conocido en el pasado como parcela Las Tangas, donde el paramilitarismo hizo de las suyas en los años 90 y 2.000.

Hoy día, aunque a simple vista se observa que falta mucha inversión para el desarrollo en la zona, ubicada en el municipio de Valencia, Córdoba, las más de 100 familias se encuentran cultivando y produciendo, gracias al apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) y los organismos internacionales que han centrado su mirada en estas familias campesinas, víctimas del conflicto armado que tanto dolor ha causado en el país.

El equipo de prensa de GSNoticias conversó con Mildred Restrepo Ortiz, quien entre lágrimas recordó el amargo momento que atravesó cuando un día inesperado tocaron la puerta de su casa y le ordenaron que tenía que marcharse junto a su núcleo familiar.

“Con lo que teníamos salimos, pero gracias a Dios volvimos a retornar a nuestras tierras gracias a restitución. Ya tenemos ocho años que volvimos a nuestra parcela Villa Margarita, donde llegamos a pesar de que no queríamos porque continuábamos con el miedo”, manifestó Restrepo.

La mujer, quien agradeció a las diferentes organizaciones, indicó que su parcela es una de las más productivas con cultivos de yuca, plátano, papaya, pollos de engorde, piscicultura, gallina, diferentes ganados, entre otros productos.

Asimismo, Néstor Correa Peña, esposo de Restrepo, manifestó su agradecimiento por todo lo logrado. Destacó la inauguración y puesta en marcha del tanque frío, el cual tiene una capacidad de 2.000 litros.

Correa Peña explicó que el objetivo es comprar la leche a todos los campesinos de la zona, para ser vendida a la empresa Colam, así no tener que trasladarse al casco central del municipio a hacer las ventas y comercialización.

Precisaron que la meta en un futuro cercano es poder elaborar ellos mismos el queso, mantequilla, yogurt, entre otros lácteos.

Por otro lado, conversamos con Silvia Ramos Reyes, víctima y habitante del referido corregimiento, quien agradeció a la URT por el apoyo técnico y psicosocial, para el fortalecimiento de las tierras.

Ramos Reyes sostuvo que en su parcela tienen la ganadería de levante tipo macho que le ha servido de pilar fundamental para el sostenimiento de la familia.

“También hago parte de la Asociación de Productores Agropecuarios Nueva Esperanza de Villa Nueva, donde nos estamos apoderando de todos los procesos en el territorio. Somos siete mujeres de 10 que conformamos la junta directiva y hemos venido apalancando la producción”, indicó.

Reyes elevó un llamado al Gobierno nacional para que centre la mirada en la zona, donde hay carencia de vías, infraestructuras, transporte y servicios básicos.

En una sola voz las víctimas pidieron que la violencia llegue al final en todo el país, para que los ciudadanos vivan tranquilamente y no sigan saliendo de sus territorios como actualmente ocurre en muchos departamentos de Colombia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *