Ángela Álvarez representa a muchas personas que ven pasar el tiempo y los años frente a sus ojos mientras dejan atrás los sueños que algún día los motivó a vivir. Hoy les contamos un poco sobre su historia y el impacto que ha tenido en la industria de la música latina a sus casi 95 años.

Tradicionalmente cuando en las premiaciones mencionan la categoría Mejor Nuevo Artista se piensa en músicos jóvenes que están explorando nuevos ritmos y que están ganando reconocimiento por ser disruptivos, pero por fortuna de muchos la Academia Latina de la Grabación no tiene límite de edad para elegir los nominados o ganadores en esa categoría de los Premios Latin Grammy.

De acuerdo con el reglamento, «un Mejor Nuevo Artista se define como todo artista o grupo intérprete que no ha alcanzado un nivel prominente de reconocimiento a nivel regional, es decir, a un nivel regional latino, ya sea por el hecho de que su grabación no ha sido lanzada en algunos de los mercados principales (…) Un mínimo de tres (3) sencillos/cortes o un (1) álbum lanzado durante el periodo actual de elegibilidad son necesarios para ser elegible. Álbumes, incluyendo EPs, deben tener por lo menos 5 cortes diferentes y un tiempo total de reproducción de por lo menos 15 minutos».

Es cubana, pero en los años 60 salió de la isla para radicarse en Estados Unidos junto con su esposo e hijos. Guardó durante años las canciones que escribió desde que tenía 12 años, pero que nunca sacó a la luz ya que su padre le prohibió dedicarse a la música.

Pese a la prohibición, Álvarez siguió escribiendo en secreto sobre sus vivencias, sus 2 hogares, el amor y muchos otros temas de su vida cotidiana.

Su nieto Carlos José Álvarez se convirtió en productor musical y le propuso grabar su obra. Incluso logró que una de sus canciones hiciera parte de la banda sonora de ‘Father of the Bride’, una película de HBO.

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