El gobernador de Córdoba se sacó un clavo con la defensa de la Ley 550 y despachó contra quienes le querían hacer pagar deudas no reconocidas.

El gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, dijo que el amparo de la Ley 550 derrota a quienes bajo constreñimiento jurídico, quieren hacerlo pagar acreencias no probadas y que intentaron poner en riesgo el acuerdo de restructuración de pasivos.

Dijo que el espaldarazo de los acreedores, es el reflejo de una administración que reconoce deudas probadas y es así como ha logrado depurarlas y ahorrarle millonarias sumas de dinero al departamento.

Resaltó que en esta lucha se debe reconocer el equipo jurídico, financiero y asesor que asumió este proceso sin desespero, pero con argumentos disipar acciones que atentaban contra el erario.

Insistió el mandatario en señalar que, que no cometerá errores del pasado pagando deudas sin estar debidamente soportadas y que la reciente auditoria no autorizó.

“El no pago de las acreencias no es caprichosa, obedece a una salvaguarda de la moralidad administrativa y protección del patrimonio público, toda vez que en el pasado reciente del departamento se originaron actuaciones fiscales, disciplinarias y penales contra los funcionarios que pagaron otras facturas de servicios de salud con el mismo objeto y proveedor, y que además son hechos públicos y notorios”, indicó el mandatario seccional.

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