La polémica congresista Susana Boreal señaló que las instituciones educativas se han convertido en espacios violentos para los niños, sobre todo por las dinámicas del bullying.

Susana Gómez, representante a la Cámara por el Pacto Histórico, causó polémica en una sesión de la Comisión Sexta, después de asegurar que obligar a los niños a asistir a un colegio, sin evaluar sus razones, “es una forma de violencia”.

Este pronunciamiento surgió en medio de la discusión del proyecto de ley “Estudio sin madrugón”, que busca poner en concertación el horario de ingreso a los colegios públicos y también privados.

La congresista, conocida popularmente como Susana Boreal, añadió que: “Yo siento que obligar a un niño a asistir al colegio es obligar su tiempo en un lugar donde muchas veces no quiere estar. Esto no garantiza que reciba educación de calidad”.

Por otro lado, señaló que las instituciones educativas se han convertido en espacios violentos para los niños, sobre todo por las dinámicas del bullying y las pocas garantías en temas de infraestructura en los colegios.

“Metemos a 40 o 50 niños en un salón con un profesor sin garantías, donde lo que realmente estamos haciendo es prepararlos para una explotación laboral futura. Ni siquiera les estamos enseñando algo útil para sus vidas”, dijo.

Estas declaraciones suscitaron diferentes comentarios por parte de senadores y opositores del Gobierno de Gustavo Petro. Una de ellas fue la de María Fernanda Cabal, quien, a través de su cuenta de X, criticó enérgicamente este pronunciamento.

“Esta congresista hace ‘leyes’ que no defraudan a los petristas, que creen que estudiar y trabajar es opresión y violencia. Y luego pretenden legalizar el cannabis”, dijo.

¿De qué se trata el proyecto de ley?
El senador Alejandro Carlos Chacón Camargo, quien presentó esta iniciativa legislativa, señaló que de esta forma se disminuirían los riesgos que implica comenzar las clases demasiado temprano.

Según el proyecto ‘Estudio sin Madrugón’, una jornada académica antes de las 7:00 a. m. afecta el sueño de los estudiantes, desencadenando problemas de conducta, falta de atención y un bajo rendimiento académico.

La propuesta también destaca que muchos niños deben desplazarse desde las 5:00 a. m. para llegar a tiempo a sus colegios, especialmente en zonas rurales, lo que agrava las consecuencias negativas en su salud y desempeño.

También plantea reducir la duración de las clases de 60 a 45 minutos, con el objetivo de optimizar el tiempo y beneficiar a las familias, particularmente a las madres cabeza de hogar, quienes suelen iniciar sus labores en horarios complicados.

El proyecto será discutido en la Comisión Sexta del Congreso y, de ser aprobado en sus cuatro debates, las instituciones educativas deberán ajustar sus horarios para cumplir con la nueva normativa.

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