53 CAI vandalizados, 22 de ellos quemados; 13 buses incinerados y saqueos en los hechos suscitados en rechazo al abuso policial.

Las jornadas de protesta que se dieron el miércoles en Bogotá en rechazo a la muerte del abogado Javier Ordóñez tras el abuso de dos policías, dejaron cinco muertos, al menos 46 CAI quemados, nueve buses incinerados y varios establecimientos comerciales saqueados, entre ellos varias entidades bancarias.

La trágica jornada que vivió la capital del país arrancó en la tarde del miércoles cuando las protestas se dieron en el CAI de Villa Luz, lugar en el que habría muerto el ciudadano Ordóñez. 

Una turba de personas en pocos minutos destruyeron el CAI y luego se enfrentaron con la Policía hasta pasadas las 10 de la noche, provocando la quema del CAI, un carro de la Fiscalía, y saqueo del comercio del sector. 

Sin embargo la situación de orden público se puso más compleja con el pasar de los minutos, con la cita que se empezaron a dar, en especial jóvenes, en los entornos de varios CAI, a los cuales llegaban a protestar, pero terminaron con la quema de los centros de atención inmediata. 

Pasadas las 10 de la noche el balance ya era preocupante, ataques a los CAI en localidades de Suba, Kennedy, Fontibón, Engativá, entre otros. La mayoría de esos lugares fueron saqueados y luego eran quemados. En los mismos la protesta fue dispersada con la presencia del Esmad.

También la turba empezó a quemar buses, tanto del servicio de Transmilenio como de los SITP. En un parqueadero, en sector de Bosa, fueron quemados cinco buses articulados quemados. En varios sectores de la cuidad, como en el centro de la capital, fueron saqueados varias entidades financieras como también los cajeros electrónicos

La situación del orden público obligó a una reunión de los organismos de seguridad de Bogotá como del gobierno nacional, que en el Puesto de Mando Unificado, incluso tuvo la presencia del presidente de la República, Iván Duque. 

El ministro de la Defensa, Carlos Holmes Trujillo, entregó el balance de la situación y confirmó que la jornada de protesta en Bogotá y Soacha dejaron siete personas muertas, e incluso anunció el pago de una recompensa de 50 millones de pesos a los autores de esos hechos.

En la declaración el ministro sostuvo que “expresamos el dolor por la muerte de Javier Ordóñez y nuestro reiterado sentimiento de solidaridad con sus familiares… Desde el momento en que se conocieron los dolorosos hechos, la Policía Nacional puso en marcha todos los protocolos y procedimientos de investigación interna”. 

Contrario a lo que reportó la Policía Metropolitana de Bogotá de que los policías comprometidos en la muerte de Javier Ordóñez no iban a ser separados de sus funciones, el ministro de la Defensa señaló que “por instrucción del Presidente de la República, los patrulleros de la Policía que aparecen comprometidos en los hechos serán suspendidos”. 

Informó además que “se continuará trabajando coordinadamente con la Fiscalía General de la Nación a efecto de que se conozca a la mayor brevedad la necropsia correspondiente y se avance en las investigaciones que conduzcan al esclarecimiento de los hechos”.

En cuanto a medida de seguridad para la ciudad reportó que se reforzará el dispositivo de policía en Bogotá con 750 uniformados, más 850 que llegan de otras regiones del país; se habilitarán 300 soldados de la Brigada 13 del Ejército que apoyarán la labor de la Policía Nacional en la capital del país. 

De la misma forma se ofrece una recompensa de hasta $50 millones por información que conduzca a la captura de los autores del homicidio de 5 personas durante esta jornada violenta en Bogotá y en el municipio de Soacha, así como por los responsables de hechos de vandalismo. 

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