La Organización Mundial de la Salud, OMS, alertó que la variante Delta, más conocida como india, es más transmisible que la variante Alfa (británica) y el coronavirus original.

La variante Delta del coronavirus causante de la COVID-19, primero detectada en la India, es la que se transmite con mayor velocidad, y puede aprovechar la relajación de las medidas de prevención sanitaria en muchos países para expandirse, advirtió ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Esta variante nos preocupa mucho, y circula ya en 92 países”, subrayó en rueda de prensa la jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María Van Kerkhove.

La variante Delta “tiene ahora la oportunidad de transmitirse con el aumento de la socialización, si la relajación de las medidas se hace demasiado pronto” en un momento en el que todavía grandes poblaciones siguen sin vacunar, añadió la experta estadounidense.

Van Kerkhove subrayó, que, en el lado positivo, no hay indicaciones de que la variante delta suponga un aumento de la mortalidad entre los afectados por COVID-19, y que las vacunas siguen siendo efectivas contra ella, al menos en la reducción de casos graves.

“En todo caso es importante subrayar que se necesita recibir dos dosis de la vacuna para estar completamente protegido”, dijo también en relación a la variante Delta.

Afectar a los más vulnerables

Asimismo, las medidas sanitarias se muestran eficaces para frenar la transmisión sobre esta variante primero detectada en la India, lo que en su opinión podría suponer “que tengan que aplicarse durante un mayor periodo de tiempo”.

“Es la variante más rápida, y puede afectar fácilmente a los más vulnerables”, insistió por su parte, el director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, indicó a su turno que los casos globales de la COVID-19 han bajado en ocho semanas consecutivas y las muertes durante siete, aunque aún las cifras son altas (2,5 millones de contagios en el mundo y 64.000 fallecimientos en los últimos siete días).

Además, alertó que la curva descendente global se aplana, lo que significa un freno de la bajada de casos en muchas regiones, “y en África incluso hay un rápido incremento, con un 40% de aumento de contagios y muertes la semana pasada”.

En Estados Unidos preocupa que los jóvenes no se quieren vaucunar

La Casa Blanca expresó ayer su preocupación por el bajo ritmo de vacunación entre los jóvenes estadounidenses, especialmente entre 18 y 25 años, y admitió que será muy difícil llegar al objetivo del presidente Joe Biden, quien espera que para el próximo 4 de julio el 70% de los adultos cuente con al menos una dosis.

Pese a los notables avances logrados, con más del 65% de los adultos ya inoculados con al menos una de las dosis de los sueros disponibles, las autoridades sanitarias subrayan como uno de los grandes retos la necesidad de incentivar la vacunación entre los más jóvenes.

“Lo que hemos visto en los datos es que hay una gran diferencia entre las personas de más de 25 años y las de entre 18 y 25 años”, indicó Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, en su rueda de prensa diaria.

Psaki subrayó que esta disparidad es “preocupante, especialmente dado que la variante delta está en alza” y, recordó, “no discrimina por edad”.

Según los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), a finales de mayo pasado el 80% de los mayores de 65 años había sido vacunado, mientras que el segmento de entre 18 y 29 el porcentaje era de menos del 40%.

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