Con derrota la Selección Colombia inició anoche su participación en el hexagonal final del Sudamericano Sub 20. En un estadio El Campín casi lleno, la ‘Tricolor’ cayó 1-0 con Uruguay y sufrió su primer traspié en su camino para clasificar al Mundial de Indonesia. Eso sí, hay que reconocer que el equipo corrió y metió hasta el final.
El arranque del encuentro estuvo marcado por la agresiva propuesta de juego de Uruguay, que forzó a Colombia al error y lo atacó con claridad. Por esta razón tuvo opciones claras de gol como la pelota que estrelló contra el palo el delantero Álvaro Rodríguez; los tres remates de Luciano Rodríguez, que tapó Luis Marquines, o la pelota que sacó Kevin Mantilla de la línea de gol.
Aunque también hay que destacar la reacción que tuvo Colombia. Alexis Manyoma, que tomó el lugar de Daniel Luna, se echó el equipo al hombro y asociándose con el lateral Éider Ocampo generó llegadas claras. Ambos inquietaron al arquero Randall Rodríguez con sus remates de media distancia. Juan Castilla también tuvo para anotar, pero su tiro en el área salió desviado, mientras que Ricardo Caraballo pecó por su falta de atención.
En la segunda parte el técnico Héctor Cárdenas hizo cambios para darle más movilidad y profundidad al juego ofensivo de Colombia: metió al delantero Isaac Zuleta, y a los volantes Jhojan Torres y Miguel Monsalve. Estos funcionaron, porque la ‘Tricolor’ arrinconó a los charrúas y casi abren el marcador.
Sin embargo, en el fútbol quien no hace goles los ve hacer. Por eso, en el minuto 78 Uruguay sacó a relucir la especialidad en la pelota quieta, y en un tiro libre marcó gol: Facu González aprovechó un rebote que dejó Marquines y definió con tranquilidad.
Colombia no bajó los brazos, buscó de todas formas el tanto del empate, pero se encontró con un portero charrúa que les tapó de todo. El tiempo no alcanzó para seguir atacando, por lo que la Selección Colombia sufrió su primera derrota en el torneo. Está obligado a vencer a Paraguay, este viernes para no quedar en riesgo de quedar eliminado.
Se perdió, pero hay tiempo de mejorar. ¡Con toda!