Las protestas en el marco del paro nacional han generado fuertes aglomeraciones. Este punto, en medio de un alza de los casos de Covid-19, ha importado poco a algunos al momento de salir a las calles. Hasta el momento, aunque muchos hacen uso de tapabocas, una buena cantidad también no reconoce al 100% su uso en cada jornada de marchas.

Por eso mismo La Academia Nacional de Medicina ya ha llamado la atención sobre este problema, pues varios integrantes del sector salud han asegurado que, por alguna razón, la tragedia de la pandemia, que en Colombia ya ha cobrado la vida de 91.422 personas, fue relegada a un segundo plano desde que inició el paro nacional.

Solo basta con dar una mirada a abril de 2020, mes en que las personas estaban confinadas en sus casas, temerosas de contagiarse o propagar el virus entre sus familiares, pues la pandemia había llegado de improvisto en marzo, cuando ya había tocado la puerta de varios países antes de llegar a Colombia.

Hoy, con poco más de un mes del inicio del paro, este miedo y recato parece haber desaparecido, y poco a poco se pasó del margen de 100 contagios por día a miles. En la última semana, el 4 de junio, se llegó al récord de 3.000 casos positivos reportados; y solo el 6 de junio fueron 532 muertos, para un acumulado de 91.422 fallecidos.

Remberto Burgos, médico neurocirujano, miembro la Academia Nacional de Medicina, hizo un llamado de atención respecto a este problema y se basó en el último reporte del Ministerio de Salud, en que se informó un aumento de más de 28.000 casos. «En el momento de escribir estas líneas, Colombia batió récord en la pandemia; 28.624 casos/día y más de 500 fallecimientos. Pero el enajenamiento social nos tiene indolentes: ya no importan estas cifras y la soñada inmunidad de rebaño será estampida de carneros bajo el lema: ¡a quien le tocó le tocó!», dijo

Parece ser que la ciudadanía ha olvidado también que el virus a mutado en varias cepas (al menos 21 según el Ministerio de Salud), lo cual convierte al covid-19 en un enemigo de más cuidado que al inicio de la pandemia. Es así como la ocupación reportada por Burgos fue de 100% hace dos días y para ayer no había disponibilidad en camas UCI según el profesional de la salud.

La ocupación de camas UCI no solo afecta a las personas contagiadas por el virus, sino a otros pacientes con necesidades de cirugías urgentes. «Mi caso, de las 4 cirugías prioritarias programadas fue necesario cancelar dos. Un tumor cerebral que se avecina peligrosamente al área motora y puede dejar a este profesional con incapacidad motora y disfuncional».

Como este hay muchos casos más que Burgos tiene que presenciar todos los días. «Otra cirugía, el alivio del dolor craneofacial en paciente desesperado por la neuralgia del trigémino. Es conocida ésta como el “dolor del suicidio”, pues la intensidad es tan severa que al enfermo le provoca acabar con su existencia (muchas personas se quitaron la vida pues no había tratamiento eficaz. Hoy es una de las cirugías más exitosa en resultados)», explicó.

El neurocirujano, guiado por su estupefacción y frustración, solo pudo escribir una columna para tratar de describir lo que se siente ser un profesional de la salud atendiendo a la par casos de Covid-19 y pacientes con cirugías urgentes u otros tratamientos.

En su escrito, el médico añadió que «el personal sanitario está dejando el alma en su trabajo, su vocación esta entregada y su capacidad en el límite. Estamos cansados de hacer triage ético y de escoger por quien luchamos y a quien dejamos a merced de la historia natural de la enfermedad. Estos no son relatos de la imaginación o del realismo mágico del caribe que me acompaña», dijo.

Asimismo, el neurocirujano reconoció que las protestas han provocado un cuestionamiento en la representación de las personas y gremios en medio del paro nacional. «Surge una pregunta de sentido común: ¿a quién representan los señores de la invitación? Estos anfitriones, ¿en qué certamen democrático los eligieron? ¿Hubo votación? Llevan malquerencias individuales o consensos incendiarios de grupo. Estrictamente, ¿el sector de la salud está representado?», dijo.

En su columna «Infames», el médico hizo un llamado tácito en medio de la emergencia en los centros de salud: mayor sensatez en medio del paro nacional, frenar «el mortal ascenso de la pandemia» y adherirse a los protocolos de bioseguridad, además de proteger al personas que expone su salud para cuidar la de otros.

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