Junto con Edinson Guerrero Rodríguez, ya van tres soldados asesinados bajo esta modalidad.
Luego de apenas dos años de servicio en el Ejército, la vida de Edinson Guerrero Rodríguez se vio truncada de forma repentina en el mediodía del 12 de mayo, cuando un artefacto explosivo fue soltado desde un dron en la zona rural de Teorama, en el Catatumbo.
Guerrero como parte de una tropa de la Fuerza de Despliegue Rápido 8 (Fudra) se encontraba adelantando operaciones militares.
El ataque fue atribuido al Frente Héctor del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y desde el Ejército rechazaron esta nueva violación a los derechos humanos.
Se pudo conocer que Edinson tenía 20 años de edad y era oriundo de Ocaña.
La quinta muerte
La modalidad de usar drones con explosivos surgió desde el recrudecimiento del conflicto armado en el Catatumbo, desde entonces se han producido cinco muertes por estos ataques, tres soldados profesionales y dos civiles.
El 12 de abril, en El Tarra, Farid Alonso López, agricultor de 72, fue sorprendido por un proyectil explosivo que cayó en una finca, por una esquirla en el abdomen falleció días después en el hospital de Cúcuta. El 26 de marzo, en ese mismo municipio, Luis Ernesto Mendoza, de 73, fue alcanzado por un dron que le provocó la muerte dos días después en el hospital de Ocaña.
El 7 de marzo, el soldado José Daniel Reyes Urda, de 23 años, también murió tras un ataque en la vereda Mineiro de Tibú. Apenas cuatro días antes, en Teorama, José de la Cruz Palacios, también soldado, perdió la vida.