Decenas de ciudadanos elevaron una denuncia pública contra el manejo que se le están a los restos de poda, que surgen de los trabajos enmarcados en el proyecto de extensión de la Ronda del Sinú en la margen occidental.

Según argumentan algunos monterianos, los obreros lanzan al río Sinú los restos de los árboles que son talados.

El hecho que generó el descontento se presenta justo al frente del Centro Verde de la ciudad, espacio en el que funcionan dependencias de la Alcaldía.

A través de un registro audiovisual, se da cuenta de la acumulación de los residuos en la ribera del afluente, y cómo otra parte de estos, continúan su curso, arrastrados por la corriente.

La verdadera preocupación surge porque la circulación indiscriminada de este tipo de elementos, podría significar un daño a la fauna presente en este afluente, además de alteraciones ecológicas.

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