El hombre acusado del secuestro, asesinato y desmembramiento de la niña Sofía Delgado ha sido trasladado a una prisión donde ha sufrido ataques por parte de otros internos. Desde su llegada al penal, ha sido víctima de brutales golpizas y abusos, en un caso que ha despertado la ira de la comunidad carcelaria, que lo considera un objetivo de venganza.
Sofía, de solo 12 años, fue secuestrada cuando salió a comprar un shampoo cerca de su casa. Su familia pasó 18 días en angustia antes de que las autoridades confirmaran su trágico destino. El hallazgo del cuerpo de la niña desató una ola de indignación pública y una demanda urgente de justicia por parte de la sociedad.
Dentro del penal, la situación del asesino de Sofía se ha convertido en un tema delicado. Muchos de los reclusos, enfurecidos por la naturaleza del crimen, han decidido tomar la justicia en sus propias manos, atacando al acusado de forma violenta y reiterada.
Mientras tanto, la sociedad sigue exigiendo cambios en el sistema de protección para evitar tragedias como la de Sofía. Este caso no solo ha sacudido a la nación, sino que también ha dejado en evidencia la urgencia de medidas que garanticen mayor seguridad para los niños y los más vulnerables.