El sector agropecuario en Colombia enfrenta preocupaciones significativas ante la alta probabilidad de que el fenómeno de La Niña afecte al país, con consecuencias severas como el aumento de la inflación de alimentos, mortalidad en animales y pérdidas en las cosechas.

Colombia, debido a su ubicación geográfica tropical, está expuesta a variaciones climáticas significativas, y ha aprendido de experiencias previas, como los tres años consecutivos de lluvias intensas que impactaron la inflación alimentaria.

En respuesta a la amenaza actual de lluvias intensas, los sectores del agro están implementando estrategias de mitigación, aunque subrayan la necesidad urgente de políticas públicas y programas gubernamentales más robustos para enfrentar estos eventos climáticos.

Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), ha expresado preocupación por el incremento de las precipitaciones, especialmente en más de 1.000 municipios en riesgo. A pesar de los esfuerzos actuales, las lluvias proyectadas representan un desafío mayor.

En cuanto al apoyo financiero, Finagro ha colaborado con la Comisión Nacional de Crédito Agropecuario y el Ministerio para establecer recursos significativos destinados a subsidiar pólizas de seguro agropecuario. Sin embargo, la disponibilidad actual de estos recursos se ha agotado, motivando negociaciones con el Gobierno para asegurar nuevos fondos y continuar protegiendo a los productores.

Jorge Bedoya ha enfatizado la urgencia de estos subsidios para proteger tanto las exportaciones como el empleo generado por la agricultura. Álvaro Palacio, gerente general de Asohofrucol, ha señalado que los fenómenos climáticos afectarán la producción de frutas y hortalizas, destacando la importancia de cultivar en suelos sanos y fértiles.

Desde el sector de los granos, Henry Vanegas de Fenalce ha subrayado la importancia de adoptar prácticas de agricultura climáticamente inteligente para enfrentar los desafíos de La Niña en cultivos como el fríjol y el maíz.

En resumen, el llamado es claro: es necesario fortalecer las políticas públicas y los recursos disponibles para proteger la seguridad alimentaria y la estabilidad económica que dependen crucialmente del sector agropecuario colombiano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *