En una reciente publicación en su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro reveló la ubicación de un campamento del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la zona rural del municipio de Tibú, en el norte de Colombia.
La imagen, que al parecer había sido proporcionada al mandatario por parte de la fuerza pública como parte de un trabajo de inteligencia en el marco del conflicto armado en la región del Catatumbo, ha desatado una ola de críticas por parte de varios sectores políticos del departamento.
Acompañando la foto, Petro escribió: «El ELN debe recordar las palabras de Bolívar, ‘el guerrero que apunte su arma contra el pueblo será maldito’. Tanto el ejército nacional en todos sus hombres, como los combatientes del ELN, deben entender este mensaje».
La publicación ha sido calificada por algunos como un “sabotaje” a los esfuerzos de la fuerza pública en la región, argumentando que la divulgación pública de la ubicación podría poner en peligro las operaciones militares y comprometer la seguridad de los efectivos involucrados. La revelación en redes sociales ha generado un intenso debate sobre la transparencia y la responsabilidad en el manejo de información sensible relacionada con la seguridad nacional.
Hasta el momento, el presidente Petro no ha respondido a las críticas, pero su publicación ha vuelto a poner en la agenda pública la delicada situación de seguridad en el Catatumbo, una de las zonas más afectadas por el conflicto armado en Colombia.