El jefe de Estado podría abrir negociaciones de paz con un líder de Los Pepes y otro de Los Costeños.

Una nueva controversia se cierne sobre el Gobierno Nacional. Según información publicada por la revista Semana, estaría en curso un plan para que el presidente Gustavo Petro retome los acercamientos con cabecillas de bandas criminales, esta vez en Barranquilla, como parte de su política de “paz total”.

En concreto, se habla de una posible negociación con Jorge Eliécer Díaz, alias Castor, y Digno José Palomino, alias Digno Palomino, señalados líderes de las estructuras criminales ‘Los Costeños’ y ‘Los Pepes’, respectivamente. Ambos permanecen bajo custodia de las autoridades, pero según fuentes consultadas por Semana, ya existirían movimientos jurídicos y logísticos para facilitar su participación en un eventual proceso de diálogo.

Uno de los puntos que más ha llamado la atención es que los dos cabecillas en cuestión pertenecen a organizaciones enfrentadas. En abril de este año, alias Digno Palomino fue trasladado a la cárcel de Cómbita, Boyacá, tras ser vinculado con actos de violencia en la capital del Atlántico, entre ellos el atentado con explosivos contra El Heraldo, registrado en marzo.

“Este criminal, que es acusado de levantar escuelas de descuartizamiento en los barrios pobres de Barranquilla, fue detenido en Venezuela en 2019, pero deportado en agosto del año pasado”, cita El Colombiano.

Por su parte, alias Castor, líder de Los Costeños, también fue deportado desde Venezuela en abril de este año. Sobre él pesan señalamientos por su presunta responsabilidad en más de 100 homicidios.

El antecedente en Medellín

La preocupación por un eventual acercamiento entre el Gobierno y cabecillas criminales no es nueva. El pasado 22 de junio, durante un evento sobre “paz urbana” en Medellín, el presidente Petro compartió tarima con José Muñoz Martínez, alias Douglas, y Carlos Mesa Vallejo, alias Tom, líderes de las bandas La Terraza y Los Chatas, respectivamente. Ambos están condenados a penas entre 16 y 32 años de prisión.

“Se subieron gente que estaba presa a mostrar en público cómo hacer un pacto de paz en los barrios”, justificó el mandatario en su momento. Sin embargo, la presencia de los delincuentes generó fuertes cuestionamientos, incluso dentro del mismo gabinete.

Según informó El Colombiano, el ministro de Defensa, reconoció no estar al tanto de la logística del evento.

El presidente insistió en que no se trataba de delincuentes activos, sino de personas en proceso de rehabilitación. “Como aquí ven la justicia como venganza, entonces no ven la gente que está en las cárceles como gente en rehabilitación”, señaló.

Hasta el momento, el Gobierno Nacional no ha confirmado ni desmentido los supuestos acercamientos con alias Castor y alias Digno Palomino.

Con información de El Colombiano

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