En todo discurso de Óscar Iván Zuluaga no pasa mucho tiempo para que vuelva y repita el mismo término. Educación es, para el candidato presidencial del Centro Democrático, el eje de su vida y un instrumento primordial para sacar adelante a Colombia.

En Pensilvania, Caldas, donde nació, cuatro horas de trayecto separan al pueblo de la entrada de la Universidad de Caldas, en Manizales; sin embargo, el municipio hace parte de la breve lista de territorios sin analfabetismo de Colombia. Allí la educación es gratuita y las excusas para no estudiar escasean cuando se subsidia la ropa, la salud, los cuadernos, útiles escolares y el alimento.

¿Cuál es el modelo educativo de la Colombia de Zuluaga?

Colombia tiene que ser un país digital para generar más oportunidades a los jóvenes y campesinos. Se hará un convenio con el Sena para que todos los estudiantes salgan con doble titulación, la de bachiller académico y la de técnico. Necesitamos un modelo educativo que esté conectado a las demandas laborales del mundo actual para que los jóvenes cuando salgan de la universidad puedan encontrar empleo bien remunerado de manera rápida.

Fomentaremos el bilingüismo. El inglés es necesario en absolutamente todos los colegios del país. Eso le abrirá a todos nuestros jóvenes muchas puertas en el mundo laboral, que cada día es más competitivo. Se deben aprender temas básicos, desde la escuela, como la separación de basuras y reutilización del agua. Hay que avanzar en esa cultura que nos permita proteger cada día más nuestro entorno y preservar el medioambiente.

Pero, para llegar a implementar ese modelo, primero debe ganar…

Por lo tanto, fomentamos las propuestas concretas para disipar los discursos y la retórica populista. Somos el único partido que tuvo un proceso para escogencia de un candidato interno a través del debate público y la libre participación. Darle primacía a la conexión con las bases, los líderes, las regiones y la opinión, y no al caudillismo y a coaliciones de cartón donde solo uno es líder y los demás gregarios.

¿Se refiere al Pacto Histórico y de Gustavo Petro?

Sí. Hay que tenerle miedo a esos discursos que incentivan el odio como el último de Petro en Cartagena. Fomentando la lucha de clases y la violencia política. Los políticos tenemos el deber de construir un mejor país, pacífico y unido; un proceso electoral que en medio de las diferencias por lo menos sea pacífico y que la polarización se lleve con ideas y no con amenazas de expropiación.

Pero con ese discurso lidera las encuestas

Es preocupante, ya que él es un peligro para la democracia y la propiedad. Lo primero que muestran las encuestas es que el 50% de las personas no sabe por quien votar, lo qué pasa es que Petro lleva haciendo campaña desde el 2018 y es la única persona que tiene un electorado fijo que se refleja en las encuestas. Como alcalde (Bogotá) impuso un modelo de sociedad que restringe libertades, provocando temor en la iniciativa privada y el emprendimiento, que son los pilares de una democracia.

Una democracia es firme cuando la persona tiene la libertad para decidir donde lleva sus ahorros, donde lleva sus hijos a estudiar o decidir qué médico quiere que lo atienda. Ese no es el modelo petrista que fracasó en gestión administrativa, en gestión política y eso es lo que los colombianos saben de él, eso es lo qué hay que evitar, además, el espejo de Perú, Venezuela y Nicaragua están ahí en sobre la mesa.

Su discurso es el germen de las dictaduras, porque supuestamente con la presión ciudadana todo se tiene que lograr y así es como se cierra el congreso, se crean nuevas constituciones y es lo que Colombia tiene que evitar.

¿Usted considera que Petro en verdad va a expropiar tierras o es otro discurso para enarbolar masas?

A los políticos hay que creerles lo que dicen en la plaza pública porque eso es lo que está planteando y esto de la expropiación de tierras del presidente Uribe, por razones de odio político, lo dijo en un debate político en el Senado y luego en una playa en Cartagena. Por eso invito a los colombianos a unirnos para evitar que ese populismo, esa izquierda llegue a Colombia, sólo si nos unimos podremos derrotarlos y construir una mejor sociedad con elementos de unión y no de división.

Si ese discurso de odio populista llega el poder nos arriesgamos a fracasar como país y que todos los esfuerzos por sacarlo a Colombia adelante se vayan a la caneca.

Usted tiene una propuesta muy progresista y vanguardista que demuestra que la ideología de derecha no está cerrada con candado, marihuana para potenciar el agro, ¿cómo es eso?

Marihuana medicinal, no recreativa, como eje de sustitución de los cultivos ilícitos, este cannabis medicinal en Colombia es la nueva fuente para generar empleo y riquezas, imagínese usted un mercado de 50 mil millones de dólares anuales, donde Colombia tiene mucha productividad, puede ser un negocio muy rentable. Pero requiere regulación estatal para que ser un gran productor, fomentando empleo y creo que se puede utilizar como el producto piloto para empezar el proceso de sustitución de cultivos; ¿por qué? Es que la coca no se puede sustituir si no se tiene un producto más rentable y el cannabis medicinal es rentable, se vende en dólares, requiere poca área, una hectárea con un invernadero es suficiente para tener obtener un cultivo altamente productivo y rentable.

Ahí hay una gran oportunidad para construir nuevas realidades, darle una salida distinta, no estoy de acuerdo con la legalización y por eso no aceptaría el cannabis recreativo, pero creo que el cannabis medicinal si es una fuente de oportunidad, empleo y desarrollo en las regiones.

Imagínese territorios como el sur de Bolívar, Montes de María, áreas como el Arauca, el Catatumbo, que hoy son llenas con cultivos ilícitos esperando ser transformados sustancialmente con un producto legal, de buen valor, que se exporta, ese es el tipo de propuestas que Colombia necesita hoy. En donde términos como izquierda, derecha, socialismo, capitalismo se vuelven irrisorios ante la construcción concreta de soluciones a nuestro país.

Legalizado ese bastión del negocio del cannabis, ¿a dónde irán a parar los criminales que hoy la controlan? La inseguridad impera en nuestras calles.

Yo he presentado una propuesta de seguridad democrática 2.0 que tiene varios componentes, para ciudades como Cartagena aplicaría dos elementos: el tema del microtráfico y las bandas de delincuencia. Para el microtráfico yo propongo seguir con lo que viene haciendo el gobierno, destrucción de ollas, pero yo le adicionaría un elemento de extinción de dominio exprés, quitar esos inmuebles y en esos mismos se construyan jardines infantiles o centros de recuperación de adictos. Hoy tenemos un millón de colombianos con problemas de adicción, eso nos deja el microtrafico, ya no solo somos los primeros exportadores de coca, sino que el problema del consumo es un problema de salud pública en el país.

Pero esa marihuana medicinal, así como el ñame, la yuca, café o bananos, necesita carreteras para salir a la urbanidad.

Eso se llama vías terciarias. Es otro gran propuesta. Yo planteo que Colombia tiene que tener un cambio de mentalidad, producir para exportar y exportar fundamentalmente comida, alimentos procesados, ¿por qué? El cambio climático en el mundo está limitando el número de países que pueden vender comida; Colombia es una excepción, somos un país llamado a ser despensa del mundo en comida, alimentos procesados, y eso incluye todas las regiones, no hay restricción y para eso se necesita un cambio sustancial de mentalidad, producir para exportar y por eso es que yo creo que la base fundamental son las vías terciarias, sin vías terciarias no hay nada, de nada nos sirve tener dobles calzadas sino hay como sacar desde las fincas los alimentos.

Desde la presidencia haremos una gran inversión. Por eso yo he propuesto un crédito millonario a largo plazo para intervenir al menos el 20% de la red terciaria en Colombia. Tenemos 14 0000 km y lo qué hacemos cada año es intervenir 2000 – 3000 km, así no vamos a solucionar el problema, hay que hacer una intervención de choque, fuerte, nada más productivo para el país que la intervención de vías terciarias para hacer realidad la transformación de la ruralidad y conquistar al mundo con comida y alimentos procesados con sello tricolor.

En materia de empleo y vivienda digna, ¿qué propone?

Lo de vivienda yo creo qué ha funcionado bastante bien en este gobierno, este año vamos a tener récord 250 mil subsidios, incluso hay un porcentaje alto de jóvenes, lo que me llama la atención. El gobierno creó un sistema de tasa de interés especial qué ha disparado la solicitud de viviendas por jóvenes, considero qué hay que continuar esa política que está funcionando bien, necesitamos es más viviendas. El reto es muy grande y un componente adicional qué hay que hacer, y que nunca se a hecho, es el mejoramiento de la vivienda rural, la vivienda campesina, eso sería un factor especial para evitar procesos migratorios de campo hacia los cordones de pobreza en las ciudades.

Yo he propuesto para los próximos cuatro años 2 millones de empleos dignos y bien remunerados, yo estoy pensando en empleo de buenos salarios, no en empleos de salario mínimo, pero para eso es necesario la conformación de una nueva fuerza laboral y crear las condiciones de estabilidad en materia económica para traer la inversión, sino hay inversión no hay empleo y por eso yo creo que la reforma fiscal, pensional y laboral son necesarias para darle sostenibilidad a nuestra deuda y así crear condiciones competitivas; por ejemplo, hay que reducir tarifas en materia impositiva, para hacer más competitivas a nuestras empresas, para poder estimular que mayor número de contribuyentes, hoy en la informalidad, puedan ingresar a la formalidad.

Uno de los temas más álgidos qué hay en ciudades como Cartagena es el Plan de Alimentación Escolar (PAE), siempre con mucha polémica y poco alimento, ¿cómo es eso de que el programa sea llevado por bancos de alimentos?

La alimentación escolar ha sido una fuente de corrupción en Colombia. Grandes mafias dañando al país y la alimentación es el factor sustancial para la permanencia en el sistema educativo Mi propuesta es fortalecer una alimentación eficiente, una alimentación con alta calidad, a través de la creación de bancos de alimentos regionales.

Tener un gran manejo con régimen privado, con contrataciones honorables, con eficacia en el suministro de la calidad de los alimentos, pero tendría dos ventajas adicionales, al ser regional vamos a tener los alimentos en función de la idiosincrasia regional, la comida de mar es clave en Bolívar, entonces eso no se debe imponerse desde Bogotá, podemos tener una dieta alimenticia que consulte los hábitos regionales y el segundo componente es que puede ser un factor para reactivar la economía regional, del sector agrícola, porque permitiría que las compras de todos los productos se realicen para reactivar las economías regionales.

Yo soy hijo de la provincia, nací en un pequeño pueblo cafetero y mi vida pública la empecé como concejal y alcalde, mi gran obsesión es que Colombia tiene que desarrollarse desde lo local, las oportunidades tienen que estar en los municipios, las regiones y creo que el banco de alimentos es una forma de poder llevar respuestas regionales y que ese sea un factor de reactivación del comercio, economía y agricultura regional.

¿Llegará solo a las urnas o hará coaliciones?

Voy a construir consensos en medio de las diferencias. Tengo la capacidad para tender puentes con otros sectores políticos, esa es la única vía para ganar en 2022. Es el momento de pensar en Colombia, lo que está en juego es muy grande. Lo más importante es el amor por Colombia y la urgencia de construir un país más justo y con más oportunidades, pero para todos.

Creo en coaliciones en favor del empleo, la seguridad, la educación, la salud, los jóvenes, los abuelitos, las mujeres y la igualdad. No creo en conformar una coalición en contra de nadie, sino a favor de todos.

Si gano la presidencia quiero ser recordado, como un presidente que le volvió la tranquilidad a las familias colombianas para salir a la calle, que no las roben, ni las atraquen, ni las maten. Como un presidente que devolvió la confianza a los ciudadanos en instituciones como la justicia y la política.

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