La policía de la isla española comenzó a investigar a finales de enero después de detectar un brote en la ciudad de Manacor, tras recibir informes sobre “un trabajador que se había contagiado y había ocultado su enfermedad”, precisó en un comunicado.
Días antes de que se detectara el brote, el individuo comenzó a mostrar síntomas, lo que suscitó la preocupación de sus colegas. Pero se negó a volver a casa.
Al final de la jornada, realizó una prueba PCR de detección de covid-19 pero no esperó el resultado. Al día siguiente regresó a su trabajo y también fue a su gimnasio local.
En el trabajo, tanto el gerente como el personal insistieron en que se fuera a casa porque podría estar infectando a otras personas. Pero los ignoró y durante su jornada laboral, el hombre circuló por todo el local, tosiendo mientras se bajaba la mascarilla, manifestando “os voy a contagiar a todos del coronavirus”, según la policía.
Al final del día, cuando el resultado del test dio positivo, sus colegas, alarmados, también tuvieron que hacerse pruebas de detección. Cinco de ellos dieron positivo y a su vez contagiaron a varios de sus familiares, incluidos tres bebés de un año.
En el gimnasio, tres personas que habían estado en contacto directo con el hombre también se contagiaron y transmitieron el virus a sus familiares.
Por tales hechos se procedió a la detención del trabajador como presunto autor de un delito de lesiones, y en el día de ayer fue puesto a disposición de la autoridad Judicial.
La policía precisó que sus acciones derivaron en un total de 22 infecciones, aunque ninguna requirió tratamiento hospitalario. /AFP