El exsenador liberal es un hombre libre desde este viernes por orden del Juzgado Segundo de Ejecución de Penas de Zipaquirá. Había pasado año y medio en prisión domiciliaria.

Luego de cumplir una condena de 66 meses de prisión, impuesta por el juez 15 de conocimiento de Bogotá, fue liberado Otto Nicolás Bula, quien fuera declarado uno de los principales informantes del caso de corrupción asociado a la constructora brasileña Odebrecht. Bula recibió una sentencia por los delitos de cohecho y enriquecimiento ilícito, parte de la cual pagó en la Cárcel La Picota.

El exsenador liberal aceptó los cargos, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía General de la Nación, pagó una caución de unos 6.600 millones de pesos, y pasó un año y medio de su condena en su residencia. Esa condena termina este viernes por orden del Juzgado Segundo de Ejecución de Penas de Zipaquirá.

Bula, un ganadero oriundo de Córdoba que llegó al Congreso de la República de la mano de Mario Uribe Escobar, terminó convirtiéndose en el cerebro de buena parte de los sobornos que la constructora brasileña repartió en el país, para quedarse con multimillonarios contratos de infraestructura. Bula fue capturado en 2017 y se comprometió a colaborar con las autoridades.

Además de Odebrecht, lo condenaron por un soborno al exfiscal Rodrigo Aldana, que le dio a cambio de información sobre un caso de extinción de dominio de tres haciendas en Córdoba, que estaban bajo la propiedad de los narcotraficantes Álvarez Meyendorff. Por esta última investigación recibió una pena adicional de 24 meses.

La colaboración de Bula

Bula sirvió como testigo en varios procesos relacionados con el caso Odebrecht. Por ejemplo, en el caso por corrupción del entonces director de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, dijo que “yo era el de la logística de las reuniones, yo era el que contrataba el chef, el que compraba el vino, pero no asistía”. Sobre Andrade dijo que sí benefició a la multinacional con el otorgamiento de otrosíes en el proyecto vial Ruta del Sol II.

“La participación mía fue la de un trabajador, un mensajero, si muy costoso, hacer transacciones en bancos que no fueran sospechosas, hubo reuniones con Ñoño, Andrade y Sebastián Correa, siempre hubo solución… El señor Andrade a través de Correa preguntaba el motivo de las reuniones y hay pruebas de eso… yo era el que organizaba las reuniones, no iba pero sabía que se hablaba y las conclusiones que se entregaban”, reveló Otto Bula.

De acuerdo con Jorge Pizano, auditor de la Concesionaria Ruta del Sol II fallecido en circunstancias dudosas, el empresario brasileño Eder Paolo Ferracuti habría sostenido reuniones con Bula y, de acuerdo con la primera imputación en su contra, el pago por la ayuda al sahagunense fue de 6.200 millones de pesos. Por otro lado, Bula habría enviado al ente acusador unos chats que sostuvo con el también empresario Hamilton Hideaki, en el cual el exsenador le pide pagos por su labor moviendo influencias a favor de la gigante brasileña.

Esas declaraciones y evidencias de Bula ayudaron a que los empresarios mencionados recibieran orden de captura internacional y fueran imputados en el mismo caso por concierto para delinquir, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

Asimismo, Bula dijo que hubo dineros de Odebrecht que se fueron a campañas tanto del Congreso como a las presidenciales, mencionando específicamente la de Juan Manuel Santos, que iba por su reelección.

“Había una presión de decirle a Odebrecht que se necesita plata, entonces Odebrecht dice: ‘Yo necesito la seguridad de que se amarre ese otrosí’. Hay una reunión del señor Andrade, del señor Bernardo Elías, Martorelli y Correa, al siguiente día me llama Martorelli y me dice que nos reunamos en la oficina de él y me dice que necesita una empresa, de un amigo de confianza para hacer un contrato simulado y sacar los recursos, porque lo tienen loco y que ya tiene la seguridad de que máximo en un mes le estaban firmado el otrosí”, dijo el exsenador condenado.

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