Jefe inmunólogo de EE. UU anticipa explosión de casos de COVID-19 tras Día de Acción de Gracias.
La ciudad de Nueva York reabrirá las escuelas primarias y ofrecerá clases presenciales para alumnos con necesidades especiales de todas las edades desde el 7 de diciembre pese al aumento reciente de casos del coronavirus, según anunció ayer el alcalde Bill de Blasio, bajo presión de los padres.
El alcalde anunció el abandono de la orden que estipulaba el cierre de todas las escuelas si la tasa de pruebas positivas supera el 3% durante siete días seguidos, en momentos en que los casos aumentan en Nueva York -el mayor distrito escolar del país- y la tasa actual es de 3,1%.
“Ahora tenemos muchas pruebas de lo seguras que pueden ser las escuelas”, precisó De Blasio en una conferencia de prensa, y dijo que todos los alumnos que regresen a clase serán sometidos a test de COVID-19 semanales, en vez de mensuales.
“Cuando sea posible avanzaremos hacia un aprendizaje en persona cinco días a la semana para estos alumnos”, indicó De Blasio. Hasta ahora, las clases presenciales solo fueron ofrecidas dos o tres veces por semana.
“Queremos a nuestros chicos tanto tiempo como sea posible en el salón de clases. Nuestras familias también lo quieren. Trabajaremos para que eso suceda”, indicó el alcalde demócrata.
Las clases para estudiantes que no están en primaria ni tienen necesidades especiales seguirán siendo 100% remotas.
Nueva York canceló todas las clases presenciales el 19 de noviembre, en medio de una segunda ola de COVID-19, porque la ciudad alcanzó el umbral de test positivos de 3% acordado con el sindicato de maestros para decretar un cierre.
La decisión enfureció a miles de padres que protestaron frente al ayuntamiento porque bares y restaurantes permanecen abiertos, mientras las escuelas están cerradas. Señalaban asimismo el ejemplo de Europa, donde las escuelas han permanecido abiertas a pesar de la pandemia.
Los padres argumentan que la tasa de test positivos en escuelas es muchísimo más bajo que en el resto de la ciudad, y que el cierre castiga a los niños más desfavorecidos -como los 60.000 que no tienen computadora- y a las madres que trabajan.
Incremento de casos
El inmunólogo Anthony Fauci, una figura científica muy respetada en Estados Unidos, advirtió el domingo sobre un fuerte aumento en la curva de contagios por coronavirus después de la festividad de Acción de Gracias, que suscitó el traslado de millones de personas en todo el país.
“En dos o tres semanas, podríamos ver un nuevo brote además del brote actual de nuevas infecciones por coronavirus”, advirtió en el canal ABC Fauci, director del gubernamental Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Las internaciones hospitalarias por COVID-19 han aumentado en 46 estados estadounidenses, entre ellos Nevada, Ohio y Pensilvania, según datos del diario The Washington Post.
Sin embargo, el inmunólogo trató de tranquilizar a los ciudadanos recordando que en diciembre estaría disponible una vacuna para las personas con mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad.
Estados Unidos, es el país más golpeado del mundo por el coronavirus con más de 266.000 muertos, superó el viernes los 13 millones de casos, según el recuento de referencia de la Universidad Johns Hopkins.
Las hospitalizaciones alcanzan actualmente un pico de casi 95 mil. Alrededor del 20% de los pacientes de los hospitales tienen COVID, por lo que este es un momento muy peligroso”, dijo el subsecretario de Salud, Brett Giroir.