Los estudiantes de la Universidad de Córdoba, han reclamado de sus directivas, coherencia y sentido común con la distribución de los horarios de clases en los diferentes programas académicos.

Ese fue uno de los motivos principales que usaron unos pocos encapuchados del templo académico para protestar violentamente dentro y fuera del templo académico durante la tarde del 1 de septiembre.

Plantean que “acomodaron los horarios a conveniencia de los profesores y no del estudiantado. Hay compañeros que tienen clases a las 6:00 de la mañana y salen a las 9:00 am, luego deben esperar 5 horas para esperar otras clases. ¿Y los que vienen de otros municipios?”.

Piden a los jefes de departamento que tomen cartas en el asunto, porque a juicio de ellos, la balanza se inclina en contra del estudiantado.

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