Ante la multiplicidad de voces que piden su renuncia por las inconsistencias del proceso electoral del pasado 13 de marzo, porque no es prenda de garantía para ninguna de las partes políticas y de la sociedad, el registrador nacional, Alexander Vega, salió al paso de sus críticos y dijo que no hay razones para dimitir.
El funcionario insiste en que el sistema electoral no permite fraude y se lava las manos con los jurados de votación señalando: “son factores externos. Nosotros si pudiéramos tener control de todos los jurados de votación, nosotros responderíamos, pero los jurados diligenciaron mal los formularios y los transmisores no pudieron verlo bien”.
Defiende la actuación de la Registraduría y asegura que en el proceso electoral del 13 de marzo no hubo fraude, aunque reconoce monumentales errores y otros con conducta dolosa de los jurados, y no de la entidad que dirige.
Sostuvo que para las presidenciales están dadas las garantías para todos los partidos con candidatos inscritos.