Los excongresistas aceptaron su responsabilidad en busca de una rebaja de pena. Ahora le corresponde a la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia dictar la sentencia.

Los excongresistas Musa Besaile Fayad y Bernardo Ñoño Elías aceptaron los cargos por el escándalo de corrupción del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade) ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia. Los procesados tuvieron diligencias separadas en el despacho de la magistrada Cristina Lombana y cada uno aceptó la responsabilidad en el caso.

De acuerdo con el diario El Tiempo, la aceptación de los cargos les da el derecho a los exmilitantes del Partido de la U de recibir una rebaja de pena de hasta la mitad. Ahora le corresponde a la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema dictar la sentencia que definirá el tiempo en prisión para los implicados por el delito del tráfico de influencias.

El medio de comunicación precisó que la diligencia de Musa Besaile se realizó en la mañana, mientras que la del Ñoño Elías fue en horas de la tarde. Por su parte, Caracol Radio, manifestó que en el despacho de la Sala de Instrucción se está adelantando la formulación de los cargos, aunque con la aceptación de la responsabilidad en el escándalo de corrupción, los procesados se acogieron a la sentencia anticipada.

La historia de los senadores con el caso empezó en 2017, cuando la Fiscalía General de la Nación comprobó que habría una “organización criminal” que preparó la adjudicación irregular de contratos desde Fonade. Los congresistas son señalados de utilizar su influencia política y su poder regional para participar en los contratos de interventoría y entregárselos a personas que no cumplían los requisitos legales.

“La investigación tiene origen en una invitación hecha por Fonade, el 2 de marzo de 2017, para adjudicar la interventoría a los contratos de diseño y construcción de proyectos de Vivienda de Interés Prioritario en la Fase II del programa de vivienda gratuita, que se desarrolla en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Santander, Norte de Santander, Caldas, Antioquia, Quindío y Huila”, informó en su momento el ente investigador.

En el caso puntual del Ñoño Elías, se investiga un tráfico de influencias que se habría ejercido ante Jorge Iván Henao Ordóñez, exgerente de la Unidad de Desarrollo Territorial de Fonade entre 2016 y 2017. El excongresista habría garantizado que un contrato de interventoría fuera adjudicado al Consorcio Interviviendas.

Por su parte, Musa Besaile aceptó recientemente su responsabilidad por otro caso. El exsenador reconoció sus nexos con el paramilitarismo en Córdoba y los cargos formulados por concierto para delinquir agravado. Por esa razón también se acogerá a una sentencia anticipada por parte de la Sala de Instrucción.

Armando Benedetti en el caso Fonade

En el despacho de la magistrada Lombana también está el caso abierto que tiene la Corte Suprema en contra del embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti. Al diplomático se le señala de haber ejercido una “influencia indebida” en un contrato suscrito entre Fonade y la empresa Certicámaras S.A. celebrado el 1 de agosto de 2017, durante el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos.

El caso se conoció precisamente por Jorge Iván Henao Ordoñez, que también estaba vinculado en los procesos en contra de Besaile y el Ñoño Elías. Cuando el exgerente de Fonade se entregó a las autoridades en agosto de 2018, firmó un principio de oportunidad, aceptó los cargos y entregó gran parte de la información que se conoce del escándalo.

El exempresario reveló que conoció a Benedetti en 2016 en el Congreso y sostuvieron una corta reunión en la que dijo que tenía una empresa “buena” y le pidió que buscara cómo “se le puede ayudar” desde Fonade. Al parecer, el entonces senador y presidente del Partido de la U entregó el proyecto como cuota burocrática.

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