El gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, solicitó la renuncia a los secretarios de despacho y funcionarios que tienen a cargo direcciones y que son de libre nombramiento y remoción.

El propósito es organizar burocráticamente la composición del gabinete y que todos los colores políticos vigentes tengan representación.

Aunque suenan muchos nombres y cambios en Secretarías de importancia, lo que se sabe es que llegarán nuevos actores como el del sector político del senador conservador, Marcos Daniel Pineda García, el del también senador, pero del partido de la U, Julio Chagüi y la representante de esa misma colectividad, Ana Paola García.

Conservarán posiciones el grupo de David Barguil (Conservador) que tiene dos flechas en el Congreso con Liliana Bitar y Nicolás Barguil. También ocurrirá lo mismo con las casas políticas de Jhony Besaile y Erasmo Zuleta Bechara.

Obviamente sostendrán el poder de Fabio Amín del Partido Liberal y garantizarán el sostenimiento de las cuotas del representante rojo Andrés Calle, ahora mucho más importante por su cercanía con el nuevo Gobierno.

Sin embargo, el manejo de la composición política en la Gobernación está pensado en montar una coalición sólida que permita mantener el poder departamental.

El tema pasa por quien será el candidato. Erasmo Zuleta, para eso no aspiró, pero en el nuevo escenario nacional, aparecen otros aspirantes que podrían salir del Pacto Histórico, entre ellos uno de la casa Calle Aguas.

Quien a todas estas quedaría sin representación en el gabinete, sería Mayorías Liberales, que se quedaron sin Congreso y hasta sin Concejo en Montería.

Con estos movimientos podríamos inferir que, si Marcos Daniel, no pondría, sino que apoyará candidato a Gobernación de esa coalición, entonces va a intentar recuperar la Alcaldía de Montería. ¿En compañía de Barguil y los Ordosgoitia?, o ¿cada uno en su estaca?.

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